Los bonos, la Bolsa, el petróleo, el oro, las divisas... Todos mirando a Osaka
Trump espera que la reunión de mañana con Xi Jingping en el seno del G-20 sea productiva
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Poco a poco han ido animándose las Bolsas al mismo ritmo que ha ido creciendo la esperanza de un acercamiento entre China y Estados Unidos. El presidente Trump, el gran maestro en dar una de cal y otra de arena, espera que la reunión de mañana con Xi Jingping en Osaka en el seno del G-20 sea productiva y que ambos sean capaces de hacer algo grande. Claro que un rato antes había recordado a quien quisiera escucharle que él no ha prometido a nadie retirar los aranceles, ni siquiera retrasar su entrada en vigor. Espera que todo vaya bien, pero sin dar su brazo a torcer.
Los inversores en su fuero interno esperan y confían en que, pese a todo, Estados Unidos y China firmen una tregua (quizá de seis meses) que permita continuar con las negociaciones sin demasiadas espadas de Damocles. Los mercados en cualquier caso tendrán que reaccionar el lunes. De cómo evolucionen las cosas en el ámbito comercial dependerá en gran medida la dirección que tomen no sólo los mercados financieros, sino también la actividad económica mundial. Hoy el índice Ibex 35 ha subido un 0,56 por ciento, hasta 9.198 puntos.
El balance del primer semestre del año ha sido espectacular en las Bolsas de Estados Unidos. El índice Dow Jones de valores industriales ha subido un 14 por ciento. El Nasdaq de tecnológicas se ha revalorizado un 20 por ciento y un 17 por ciento ha ganado el S&P 500. Hacía mucho que no se veía un mes de junio tan alcista en Wall Street. Hay que remontarse hasta el mediados el siglo pasado para encontrar una subida semejante en el S&P 500 y antes incluso para hallar un junio tan espectacular en el Dow Jones. En los mercados europeos no han ido mucho peor las cosas. El índice DAX de la Bolsa de Francfort y el CAC 40 de la París han subido en la primera mitad del año un 17 por ciento, y algo menos lo ha hecho la plaza de Milán. La Bolsa española se ha quedado bastante más rezagada, al igual que el mercado de Londres. El Ibex 35 se ha revalorizado un 7,7 por ciento desde enero, mientras el FT-100 de Londres ha ganado en el mismo periodo un 10 por ciento.
Mientras llegan noticias de Osaka, los inversores han aprovechado para analizar los últimos datos macroeconómicos. El PIB de España ha crecido siete décimas en el primer trimestre del año respecto al trimestre anterior, con una tasa interanual del 2,4 por ciento. Es su mejor lectura desde hace un par de años.
El IPC de la zona euro se ha reducido hasta el 1,2 por ciento. Está muy lejos del objetivo del 2 por ciento que maneja el Banco Central Europeo. La economía del Reino Unido ha crecido medio punto en el primer trimestre, que es una cifra que se ajusta milimétricamente a las previsiones de los analistas. La libra esterlina sigue debilitándose. Se cambia por 1,27 dólares entre temores a que finalmente el divorcio con la Unión Europea se realice por las malas.
En los demás mercados, el petróleo se mantiene estable, no hay mejoría, a pesar de que Irán ha anunciado su intención de mantenerse dentro del acuerdo nuclear. El crudo se mantiene no muy lejos de los 66 dólares por barril que tocó hace pocos días. El euro le gana algo de terreno a la divisa estadounidense, se cambia por 1,4 dólares. El oro afloja en su subida, pero sigue alto, por encima de 1.415 dólares por onza. A comienzos de este año se pagaba por debajo de 1.300. En el mercado de deuda pública continúa la llegada de dinero procedente de los inversores más cautelosos. El rendimiento de los bonos alemanes a diez años ronda sus mínimos históricos, menos 0,33 por ciento, mientras el bono español ofrece una rentabilidad inferior al 0,40 por ciento.