Los efectos colaterales de la subida del SMI: trabajadores y empresarios pagarán más impuestos

La Seguridad Social podría recaudar una cantidad adicional que podría llegar, según algunas organizaciones, a los 850 millones de euros

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Juan Ignacio Cáceres es profesor de Economía de la Universidad CEU San Pablo.

Luis Manuel Rafael

Publicado el - Actualizado

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Cerca de 2,5 millones de trabajadores en nuestro país están esta semana de enhorabuena. Son aquellos que perciben el salario mínimo interprofesional y que han visto como su retribución laboral ha aumentado un 8%, hasta los 1.080 euros brutos en 14 pagas.

Hay que tener en cuenta que esta subida, aprobada con efecto retroactivo a 1 enero, conlleva además cambios en materia fiscal, que afectan en gran medida a las empresas.

La primera consecuencia de este aumento del salario mínimo es obvia. La nómina de estos trabajadores se incrementa. Pasa de 1.000 a 1.080 euros en 14 pagas. La subida, aunque sea una cantidad bruta, sin contar impuestos, directamente supone que estos trabajadores van a ganar más.

Al incrementarse el salario, también hay que hacer frente al pago de más impuestos. No de IRPF, pero sí en cotizaciones a la Seguridad Social, ya que se incrementa la base de cotización.

“Lo que ocurre es que como las cotizaciones de la Seguridad Social no se han rebajado, al subir el SMI, también sube la recaudación del Estado”, explica Juan Ignacio Cáceres, profesor de Economía de la Universidad CEU San Pablo.

Incremento de la cotización

De este modo, a los trabajadores, su cuota mensual de la Seguridad Social pasará de 63 a 69 euros. 6 euros de incremento. “Si tu ganas 100 y empiezas a ganar 120, tanto tanto como la empresa va a cotizar más”, señala.

Son, estas últimas, las empresas, quienes más van a notar esta subida. No solo tienen hacer frente al aumento del salario del trabajador, sino que como hemos comentado, también a las aportaciones de la empresa a la Seguridad Social.

“El 95 por ciento de lo que cuesta la Seguridad Social lo pagan las empresas. Por tanto, el coste para la empresa de ese trabajador no es ese salario de 1.080 euros”, explica.

De este modo, el empresario necesitará hasta 1.530 euros para poder retribuir la actual nómina de un trabajador contratado por el salario mínimo de 1.080 euros.

“Es lo verdaderamente cuestionable de esta medida, porque si aumentan los costes, la teoría económica nos dice que eso se traduce en menor creación de empleo”, explica.

De hecho, un informe del Banco de España estima que con la última subida de 2019, se dejaron de crear unos 100.000 empleos en nuestro país.

La Seguridad Social, gran beneficiada

Las arcas públicas son las grandes beneficiadas del aumento del salario mínimo. Las proyecciones de la norma recogen un aumento de la recaudación a la Seguridad Social de 568 millones de euros fruto de esta medida.

Otras organizaciones van incluso más allá. Desde el sindicato USO, calculan que la cantidad extra recaudada podría alcanzar los 850 millones de euros.

Sin efectos en el IRPF

Donde no tiene consecuencias esta subida del 8% del SMI, es en el IRPF y en la declaración de la Renta. Desde la aprobación el SMI bruto anual pasa a ser de 15.120 euros.

Hasta ahora, el mínimo exento libre de impuestos era de 14.000 euros, pero para este año se ha incrementado a los 15.000. Esto provoca que los perceptores de estos 1.080 euros, prácticamente, estén libres de tributar a Hacienda.

Esto tiene consecuencias para los trabajadores del siguiente escalón, quienes se mueven en una horquilla salarial de entre 17.000 y 20.000 euros.

“La gente que está ganando en torno a 20.000 euros paga IRPF. Con lo cual, de manera relativa, se va a ver perjudicada porque la cantidad disponible tras impuestos va a ser cercana a la de quienes cobran el SMI”, ha detallado.