Los inversores deciden no asumir riesgos y retiran posiciones de la Bolsa

El mercado ha dado hoy un importante paso atrás que se ha comido todas las ganancias acumuladas a lo largo de la semana. Una prudente retirada de posiciones marcada por la recogida de beneficios en Wall Street tras los recientes máximos a la espera de que la reunión de banqueros centrales que ha arrancado hoy en Jackson Hole ayude a despejar el horizonte financiero en política monetaria.

Ante la importante ausencia de los principales responsables del Banco Central Europeo y del Banco de Inglaterra, sustituidos por sus segundos de abordo, la atención se centrará principalmente en la intervención de mañana de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. Los operadores confían en que su discurso ofrezca pistas sobre los planes de la institución para empezar a retirar sus estímulos.

Algunos inversores apuestan por que la Fed podría ralentizar esos planes si hay indicios de un frenazo de la recuperación económica. Los datos publicados el jueves mostraron que el Producto Interior Bruto de Estados Unidos creció un 6,6% anualizado en el segundo trimestre, tras revisar al alza la primera estimación publicada el mes pasado, en línea con las expectativas de los economistas.

Mientras, las solicitudes de subsidios por desempleo aumentaron a 353.000 la semana pasada. También en los márgenes previstos por el consenso del mercado. Aunque se observa un cierto estancamiento, el mercado laboral norteamericano sigue recuperándose a buen ritmo.

Peores noticias han llegado desde Europa. En Alemania, a primera hora, se ha dado a conocer el índice de clima consumidor GFK. Y no ha sido nada bueno. La confianza de los consumidores alemanes ha caído un 1,2 por ciento muy por encima de lo previsto. Los analistas esperaban un retroceso del 0,7 por ciento respecto de la caída del 0,4 por ciento del mes anterior. Una negativa cifra que anticipa una caída en el gasto de consumo de los alemanes para septiembre.

Por su parte, el agregado monetario M3, dinero en manos del público, se ha moderado ligeramente hasta el 7,6 por ciento. Aunque este dato refleja una menor presión inflacionista, aún continúa muy por encima del 4,5 por ciento establecido como referencia. Este es uno de los factores clave para el BCE a la hora de fijar su política monetaria.

Ha ello se suman las tensiones geopolíticas tras la explosión que ha sacudido al aeropuerto de Kabul, en la que han muerto varios afganos que querían salir del país y al menos tres soldados norteamericanos han resultado heridos.

En estas condiciones, los inversores españoles han optado por no asumir riesgos y retirar posiciones de forma preventiva. El índice Ibex 35 ha cerrado la sesión con una caída del 0,94 por ciento para deslizarse ligeramente por debajo de los 8.900 puntos.

Las pérdidas han sido generalizadas, muy repartidas esta vez entre todos los sectores. La peor parte se la ha llevado Acciona con una caída del 2,3 por ciento, seguida de Arcelor Mittal con un recorte del 2,2 por ciento. También ha sido un mal día para Endesa y Solaria que han registrado recortes del orden del 2 por ciento. BBVA y Meliá Hoteles se han sumado a la quema al registrar pérdidas del 1,7 por ciento.

Viscofán y PharmaMar han sido los valores más destacados del selectivo en la sesión al apuntarse avances ligeramente superiores al 1 por ciento.

Fuera del Ibex, hoy ha destacado Amrest. El grupo de restauración ha repuntado un 11,9 por ciento tras volver a la senda de los beneficios en los resultados del primer semestre presentados hoy. Rovi, en cambio, se ha desplomado un 13,4 por ciento tras admitir la posible contaminación de uno de los lotes de la vacuna que produce para Moderna destinado a Japón.

Por lo demás, la sesión ha sido bastante tranquila en el resto de los mercados. El cambio del euro se ha consolidado a cerca de 1,18 dólares, mientras que el precio del crudo Brent apenas se ha movido del nivel de los 70 dólares por barril.