Satur García: "En Vitoria se vive muy bien de día, pero la realidad de la noche es otra"
Denuncia que el fenómeno "va a más" y asegura que cada vez hay "más familias con niños" durmiendo en la calle
Vitoria - Publicado el
2 min lectura
El número de personas sin hogar en Vitoria se ha duplicado en el último año. Según datos del Ayuntamiento, cada noche duermen en la calle 106 personas, una cifra que organizaciones como Cáritas elevan hasta las 200. La situación ha llevado al consistorio a habilitar 30 camas adicionales esta semana, la más fría en lo que va de invierno, en un intento de responder a una demanda creciente que está desbordando los recursos municipales.
"El perfil ha cambiado: ahora hay familias con niños"
Uno de los que mejor conoce la realidad de las personas sin hogar en la ciudad es Satur García, quien vivió en la calle y lleva años ayudando a los más vulnerables. "Ya no son los 'sin techo' de antes", explica. Aunque siguen existiendo personas con problemas de alcoholismo y enfermedades mentales que buscan refugio en fábricas abandonadas, "lo que se ve ahora son familias con niños".
García no se atreve a dar cifras exactas, pero asegura que "hay mucho más de lo que se piensa", ya que muchas personas viven en lonjas de obra, donde "nadie controla cuánta gente hay".
"Las organizaciones no dan abasto"
Ante esta situación, el trabajo de organizaciones como Cáritas y Berakah se ha vuelto más imprescindible que nunca. "Están haciendo una labor estupenda, luchando todos los días, pero no dan abasto", señala Satur García. Por eso, reclama la apertura de más recursos de acogida: "Hay que abrir colegios, conventos... hacer como el Padre Ángel en Madrid, con una iglesia abierta las 24 horas". Y recuerda las palabras del Papa Francisco: "A los pobres hay que abrirles las puertas".
Un "efecto llamada" que preocupa
Satur también advierte de un fenómeno que, según él, "va a ir a más". Cree que se está produciendo un "efecto llamada" y que muchas personas llegan "engañadas" a la ciudad. Ante esto, pide "control" y sobre todo "acuerdo" entre las instituciones para abordar el problema. "Dicen que no hay dinero y no es verdad", sostiene, y reclama a los políticos que "se sienten y pongan cara a este fenómeno".