Los inversores optan finalmente por la prudencia y la Bolsa devuelve parte de las ganancias de ayer

Del verde al rojo como una exhalación. La Bolsa ha cerrado con pérdidas una sesión que había comenzado con ganancias. El índice Ibex 35 termina la jornada en 8.028 puntos, con una pérdida del 1,18 por ciento. En los mejores momentos del día ha llegado a rozar los 8.200 y en los peores, los 7.990. Los bancos han vuelto grupas y han cerrado con recortes. En general todo el mercado ha operado de más a menos. La incertidumbre es mucha y el dinero de los inversores poco.

Menos que los bancos han bajado Repsol e Inditex. Recortes también en Telefónica, que sufre, como todas las empresas con fuerte endeudamiento, por la proximodad de un encarecimiento en el precio del dinero. Telefónica ultima la venta de un 45 por ciento de su red rural de fibra que está valorada en 2.000 millones de euros. Entre los valores más pequeños, Vidrala ha cerrado con pérdidas del 2 por ciento, a pesar de que la empresa ha ganado 56,3 millones de euros en el primer semestre, que es una cifra superior a la que esperaba el mercado.
En cuanto a las referencias macro del día, no ha gustado el IPC del Reino Unido. La inflación se ha disparado en aquél país hasta el 9,4 por ciento. En Alemania los precios a la producción siguen disparado, con una tasa interanual del 32,7 por ciento, que es algo menos de lo que se esperaba. Por su parte el índice que mide la confianza del consumidor de la zona euro ha empeorado. Ha pasado de una lectura de menos 23,8 puntos de junio a los menos 27 del mes en curso.

El panel de Funcas (una encuesta bimensual que realiza la Fundación de las Cajas de Ahorros entre una veintena de analistas) ha revisado al alza sus previsiones de inflación en España para este año hasta el 7,9 por ciento mientras ha rebajado su estimación de crecimiento económico hasta el 4,2 por ciento. Los analistas consultados aluden al efecto negativo de la creciente inflación y al impacto de la guerra de Ucrania en los mercados energéticos. El panel trabaja con la proyección de un descenso de dos décimas en la tasa de paro (hasta el 13,5 por ciento este año) y con una ligera reducción del déficit público.

Con este panorama por delante, el consejo de gobierno que celebrará mañana el BCE copa la atención de los inversores. Pero la actualidad no da tregua y la semana que viene el foco de atención para los mercados se dirigirá a la Reserva Federal de Estados Unidos. El presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, ha insistido en la necesidad de actuar con audacia y subir con rapidez el precio del dinero para luchar contra la desbocada inflación. El propio presidente de la Fed, Jerome Powell, ha mostrado insistentemente su compromiso con la lucha contra la inflación. Se espera que los tipos oficiales alcancen el 3,5 o incluso el 4 por ciento en EEUU a finales de año, con la esperanza de que comiencen a bajar a mediados del próximo.

El gobierno de Estados Unidos cree que finalmente no se producirá una recesión económica. La fortaleza del mercado laboral del país impedirá que el PIB entre en los crecimiento negativo. Esta previsión y las buenas cifras de empleo en aquél país dejan el camino expedito a la Reserva para actuar con contundencia.

En los demás mercados, el petróleo tras el último repunte se mantiene estable en la zona de 106 dólares por barril de crudo del Mar del Norte. También opera estable el euro ligeramente por encima de la paridad con el dólar. Esta tarde el cambio es de 1,02 dólares, que es su mejor cotización de las últimas dos semanas. En la deuda mejora muy ligeramente la prima de riesgo de Italia después de que el presidente del país, Mario Draghi, haya asegurado que no abandonará el cargo si gana la votación de confianza.