Los mercados de acciones y de bonos dudan tras la sólidas cifras de empleo en Estados Unidos

El índice Ibex 35 ha bajado un 0,7 por ciento, hasta 9.335 puntos. Se ha revalorizado un 1,5 por ciento en esta semana

Los inversores, con un ojo en Grecia y el otro en Turquía, siguen pendientes de los bancos centrales

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Curiosamente, los mercados financieros han puesto mala cara ante la publicación de un buen indicador económico. O no tan curiosamente. Los inversores están metidos en una dinámica un tanto perversa por la que tuercen el gesto con los datos económicos sólidos y celebran con vítores los indicadores que apuntan hacia una menor actividad económica.

Los síntomas de enfriamiento multiplican las probabilidades de que las autoridades monetarias tomen medidas drásticas de estímulo económico. Hoy por hoy los inversores prefieren las promesas de multimillonarias inyecciones de dinero barato y compras de bonos a una recuperación sin ayudas de la economía. Así son las cosas en los mercados. Nadie dijo que fuera fácil. Las cifras de empleo que se han publicado esta tarde en Estados Unidos han sido más sólidas de lo que se esperaba. La tasa de paro ha aumentado una décima hasta el 3,7 por ciento, debido a que ha crecido la población activa por la mayor afluencia personas al mercado de trabajo. Pero el dato mollar, el que vigilan los analistas con lupa, es la creación de empleo. Y ha sido mucho más fuerte de lo que pronosticaban los expertos. La economía estadounidense ha generado 224.000 empleos no agrícolas el mes pasado, frente a los 75.000 que se generaron en mayo. El desempleo en el país de las barras y las estrellas está en su nivel más bajo de los últimos cincuenta años.  Estos guarismos reducen levemente las probabilidades de que los grandes bancos centrales tomen nuevas medidas de estímulo económico. Pero sólo levemente. Algunos observadores esperan ahora una rebaja de un cuarto de punto en lugar de medio punto a finales de este mes en Estados Unidos. Otros, creen que la Reserva se limitará a lanzar un mensaje bajista en julio y relegará la decisión hasta septiembre.

Al otro lado del charco, las probabilidades de que el BCE mueva ficha este mes son menores, a pesar del goteo de pobres indicadores de actividad económica en la zona euro. Tanto en Estados Unidos como en la vieja Europa la moderada tasa de inflación permite la rebaja en el precio del dinero. Se trata de saber cuánto y cuándo. Con este decorado, hoy la Bolsa ha cerrado en negativo y ha puesto fin a una racha de cinco sesiones alcistas. El índice Ibex 35 ha bajado un 0,7 por ciento, hasta 9.335 puntos. Se ha revalorizado un 1,5 por ciento en esta semana y acumula una ganancia del 9,3 por ciento en lo que va de año. Hace seis meses se movía más de mil puntos por debajo.

Las empresas gasistas, que ayer sufrieron un duro castigo, hoy han seguido penando en Bolsa ante la normativa más dura que se va a aplicar al sector. El gobierno quiere reducir la retribución que reciben las empresas energéticas por sus redes de distribución de gas y electricidad. Así que Naturgy y Enagás hoy, como ayer, han sufrido un duro castigo. Las acciones de Enagás se han dejado un 7 por ciento mientras las de Naturgy, la antigua gas Natural, han caído un 3 por ciento. En los demás mercados, el dólar se ha fortalecido ante esa menor probabilidad de que la Reserva baje tipos agresivamente.

El euro se cambia por poco más de 1,12 dólares después de pasar toda la semana en puertas de 1,13. El oro pierde fuerza tras la última escalada en vertical, se paga a 1.400 dólares por onza. Hace pocos días llegó a 1.435 dólares. Y repunta la rentabilidad de la deuda. Los bonos españoles a diez años han pasado en pocas horas de marcar mínimos históricos en el 0,2 por ciento a superar el 0,3 por ciento, que es donde se mueve esta tarde. El bono alemán al mismo plazo ha pasado del menos 0,40 al menos 0,35 por ciento.

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