Los mercados agradecen la decisión de los bancos centrales de ir hasta el infinito y más allá

Los mercados están convencidos de que los grandes bancos centrales del mundo harán lo que sea necesario para evitar un mayor enfriamiento de la economía global. Están dispuestos a ir hasta el infinito y más allá si es necesario. El próximo comité de mercado abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos está previsto para los días 30 y 31 de este mes. Antes, el día 25, tiene previsto su consejo el BCE. Son dos referencias de suma importancia que pueden marcar tanto la marcha de la economía a corto y medio plazo como la evolución de los mercados financieros.  

Hoy se ha conocido un dato que remacha la impresión de que la actividad está perdiendo fuelle en el Viejo Continente. Las ventas al por menor en la zona euro se han moderado. El último registro muestra un crecimiento del 1,3 por ciento en tasa anual, frente al 1,8 contabilizado un mes antes. Su crecimiento se ha ido suavizando en los últimos meses. Ahora los mercados esperan las cifras de paro de Estados Unidos, que se conocerán mañana, viernes. Es una cita obligada por cuanto pueden influir directamente sobre las próximas decisiones de la Reserva Federal. Los analistas creen que la tasa de paro se ha mantenido en el 3,6 por ciento. Esperan que la economía estadounidense haya creado en torno a 165.000 empleos no agrícolas el mes pasado, frente a los 75.000 que se crearon en mayo. 

El horizonte marcado por tipos de interés más bajos en medio mundo ha provocado una caída generalizada de rentabilidades en el mercado de deuda pública. El Tesoro español ha vuelto hoy al mercado en busca de financiación. Ha colocado bonos y obligaciones. Lo ha hecho  en un entorno favorable, porque en las últimas semanas se han reducido sustancialmente la rentabilidad de estos activos. El rendimiento de los bonos españoles a diez años ha marcado hoy nuevos mínimos históricos, tanto en el mercado primario o de emisiones como en el secundario. La rentabilidad de estos títulos de referencia han llegado a caer hoy al  0,21  por ciento en le mercado de deuda pública, algo nunca antes visto, aunque ha cerrado ligeramente por encima de ese nivel. El “bund” alemán continúa profundizando en territorio negativo. Rinde un menos 0,41 por ciento, frente al  menos 0,40 de la facilidad de depósito del Banco Central Europeo, es decir la penalización que aplica la autoridad monetaria  a las entidades financieras que aparcan sus excesos de liquidez en la caja del BCE. Es todo un síntoma.  

En la subasta de hoy, el Tesoro español ha colocado 3.870 millones de euros en deuda a medio y largo plazo. Ha conseguido abaratar de forma notable su coste de financiación. La rentabilidad marginal de las obligaciones a diez años ha pasado de 0,845 por ciento de la subasta anterior al 0,285. A 30 años el coste de financiación ha pasado del 2,367 al 1,187 por ciento, mientras los títulos con vencimiento a siete años han pasado a rentabilidad negativa por primera vez en la historia. Rinden un  menos 0,087 por ciento. Tesoro lleva ha cubierto ya más de un 55 por ciento de sus necesidades de financiación para este año. 

Con estas referencias, el índice Ibex 35 ha cerrado hoy con una pequeña subida del 0,07 por ciento, pero suficiente para firmar su quinta sesión alcista consecutiva y para dejar al mercado en 9.401 puntos. Es un nivel que permite soñar con nuevas subidas siempre que se consolide con cierta solvencia en el corto plazo. La actividad ha sido muy escasa. Se ha dejado notar la ausencia de la Bolsa de Nueva York que permanece cerrada por el Día de la Independencia en Estados Unidos. Han caído con fuerza las empresas gasistas, presionadas por el temor a que empeore la regulación que afecta al sector. El gobierno estudia reducir la retribución que reciben por sus redes de distribución de gas.  Naturgy y Enagás han sufrido hoy un duro castigo en Bolsa. 

En el mercado petrolero, se han abaratado los precios, a pesar de los acuerdos de la OPEP para mantener los recortes en la producción hasta marzo del año que viene. Hoy el crudo se paga a poco más de  63 dólares. Hace pocos días superaba los 66. Se ha reducido la demanda de crudo en EEUU lo que se interpreta como síntoma de desaceleración de la actividad económica. Las reservas de petróleo estadounidenses se han reducido en la última semana, pero mucho menos de lo que esperaban los analistas.  

Por su parte, el euro se mantiene por debajo de 1,13 dólares mientras el oro vuelve a subir. Se paga a 1.425 dólares por onza esta tarde, que es su precio más alto de los últimos seis años.  Los grandes inversores internacionales colocan parte de su dinero en oro ante la creciente probabilidad de que los tipos de interés se mantengan muy bajos durante mucho tiempo.