Los mercados dan por bueno el compromiso del BCE con la lucha contra la inflación y la estabilidad financiera
Al final, el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.896 puntos, con una mejora del 1,56 por ciento
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La Bolsa se ha movido hoy con inestabilidad y con más dudas que certezas. Pero al final se ha impuesto la calma. Al final, el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.896 puntos, con una mejora del 1,56 por ciento. Ha llegado a subir más de un 2 por ciento en los mejores momentos del día. De todas formas no es para tirar cohetes, porque ayer perdió más de un 4 por ciento. Se han recuperado Inditex y los bancos, pero no todos. Santander y BBVA han subido en torno a un 3 por ciento, es decir, menos de lo que perdieron ayer. En negativo, han cerrado Bankinter, Caixbank, Sabadell y Unicaja.
Más importante ha sido el rebote de Credit Suisse en la Bolsa de Zurich. Ha reaccionado con fuerza. Ha subido un 20 por ciento al cierre. Ha recuperado buena parte del terreno que perdió ayer. El mercado ha empezado a tranquilizarse, sobre todo porque el banco central suizo le va a inyectar, -le va a prestar, porque le exigirá garantías-, a Credit Suisse 50.000 millones de euros para cubrir sus necesidades de liquidez.
El otro gran protagonista de día, el Banco Central Europeo, finalmente se ha atenido al guion previsto. No ha variado el rumbo y ha subido medio punto el precio del dinero, hasta el 3,5 por ciento. De esta forma, manda un mensaje al mercado de que las turbulencias financieras no son tan graves ni tan preocupantes como para que tenga que abandonar, aunque sea temporalmente, la lucha contra la inflación. La presidenta de la entidad, Christine Lagarde, ha redoblado su compromiso con la estabilidad de los precios y del sistema financiero. Ha asegurado que el sector bancario europeo es resistente, ya que tiene fuertes posiciones de capital y de liquidez. El BCE está preparado para proporcionar liquidez al sistema si fuera necesario. Espera una inflación media del 5,3 por ciento este año y del 2,9 en 2024 para bajar al 2,1, muy cerca del objetivo, en el ejercicio 25. La autoridad monetaria europea maneja una proyección de crecimiento de la economía de un 1 por ciento este año, para alcanzar el 1,6 en los dos ejercicios siguientes.
Los inversores tenían hoy cita también con una nueva subasta de deuda en España. La tesorería pública ha colocado bonos y obligaciones con vencimiento a cuatro años y diez meses, a 10 años y a 30 años, con los que ha captado 6.300 millones de euros. La rentabilidad de los títulos a diez años ha bajado del 3,77 al 3,36 por ciento. El papel a 30 años ha salido con un rendimiento del 3,82 por ciento.
El Banco Central Europeo ha dejado de reinvertir los vencimientos de los bonos que tiene en su cartera. Sigue reduciendo su balance, con la intención de recortarlo a un ritmo de unos 15.000 millones de euros al mes. Deja, por tanto, de inyectar liquidez al sistema financiero, por lo que las tesorerías de los países europeos tienen que acostumbrarse a sobrevivir sin este comprador, que ha actuado con decisión y contundencia en los últimos años. Hace un par de semanas el Tesoro colocó bonos y obligaciones con vencimiento a 3, 7 y 10 años, además de títulos a 15 años referenciados a la inflación. Recibió una sólida demanda superior a los 12.000 millones de euros. Al final adjudicó 6.500 millones. El rendimiento del bono a tres años ha pasado del 2,93 al 3,44 por ciento, mientras la rentabilidad del papel a siete años ha alcanzado el 3,52 por ciento, frente al 3,21 anteriores.