Los mercados ignoran los síntomas de debilidad de China, prefieren celebrar la mejora de la inflación en EEUU
El índice Ibex 35 cierra la sesión del jueves en 9.478 puntos, con una ganancia del 0,26 por ciento
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El índice Ibex 35 cierra la sesión del jueves en 9.478 puntos, con una ganancia del 0,26 por ciento. Ha llegado a superar los 9.500. Pese a la pérdida de fuelle en la recta final de la sesión, la Bolsa ha firmado su cuarta jornada alcista consecutiva. Hoy se han conocido preocupantes síntomas de enfriamiento de la economía de China. Las exportaciones del gigante asiático se han reducido un 12,4 por ciento, mientras las importaciones se han contraído en un 6,8. Estas cifras hablan tanto de la pérdida de fuelle de la demanda interna como del debilitamiento del sector exterior. El gobierno de Pequín ya prepara un nuevo paquete de estímulo económico.
Los mercados han preferido pasar de puntillas por encima de estos datos para centrar su atención en las buenas cifras de inflación que se han publicado en Estados Unidos. Hoy se ha conocido que los precios a la producción han crecido en junio en aquel país un 0,1 por ciento en tasa anual, que es su nivel más bajo desde septiembre de 2020. Ayer se publicó el IPC, que también ha sido mejor de lo que se esperaba. La inflación suaviza su ritmo de crecimiento, lo que ha reducido de forma notable la presión sobre la Reserva Federal. Los inversores comienzan a pensar que ya está más cerca el final de las subidas de tipos de interés. Aun así, los expertos dan por hecho que a finales de mes la Reserva subirá un cuarto de punto el precio del dinero. El mercado laboral sigue fuerte. Ayer se publicó el “libro Beige”, un documento con el que el banco central estadounidense analiza la situación y las perspectivas de la economía. Estos papeles constatan la progresiva mejora de la inflación, al tiempo que observan un ligero aumento de la actividad económica desde finales del mes de mayo. La Reserva espera un crecimiento económico lento en los próximos meses. Escaso, pero suficiente para evitar la recesión.
Los mercados han tomado nota de las menores tensiones inflacionistas. Se han animado las Bolsas, han bajado los rendimientos de los bonos y se ha debilitado el dólar. El euro pone proa al nivel de 1,12 dólares. Esta tarde se cambia por 1,1185. Es su nivel más alto desde la primavera del año pasado. Mientras tanto, la libra esterlina alcanza el cambio de 1,31 dólares. El PIB del Reino Unido se ha contraído en mayo una décima, frente al crecimiento de dos décimas del mes anterior. Los analistas esperaban un dato algo peor.
El barril de petróleo del Mar del Norte roza el listón de los 81 dólares, ante las expectativas de que la actividad económica mundial remonte el vuelo en cuanto los grandes bancos centrales pongan techo a las subidas del precio del dinero. La Agencia Internacional de la Energía ha reducido sus previsiones para la demanda mundial de crudo, pero la OPEP las ha elevado.
En el mercado secundario de deuda, se ha producido una caída generalizada en los rendimientos de los bonos. La rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años ha bajado en pocas horas del 3,70 al 3,50 por ciento. Los bonos de Estados Unidos rinden un 3,81 por ciento. Muy lejos del 4 por ciento largo de hace unos días. Dentro de casa, hoy el euribor ha dado una tregua. La referencia que se utiliza en la mayor parte de los créditos hipotecarios a tipo variable en España ha bajado del 4,19 al 4,17 por ciento. No es mucho, pero algo es algo. Algunos analistas creen que puede acabar el año por encima del 4,5 por ciento si el Banco Central Europeo, como se espera, sube dos veces más al precio del dinero.