Los mercados se vienen abajo con estrépito por Rusia, por Italia y por el creciente riesgo de recesión

Los mercados financieros se han tambaleado en las últimas horas. Los indicadores PMI que miden la actividad industrial y en el sector servicios de la zona euro apuntan hacia un intenso enfriamiento económico en el Viejo Continente. Estos índices muestran en todos los casos una lectura inferior a los 50 puntos, que es la frontera que separa el crecimiento económico de la recesión. Los mercados descuentan ya un crecimiento negativo de una o dos décimas en el tercer trimestre en la zona euro. La economía de Alemania está muy tocada, aunque ningún país se salva del impacto de los mayores costes de la energía, de la ralentización de la actividad, de las subidas de los tipos de interés y de la mayor tensión con Rusia. En Estados Unidos el sector manufacturero está en expansión, pero se contrae el sector servicios. Se reducen las posibilidades de un aterrizaje suave de la economía estadounidense.

La buena noticia es que el PIB España ha sorprendido agradablemente con un aumento del 1,5 por ciento en el segundo trimestre, que deja la tasa interanual en el 6,8 por ciento. Son cifras mejores de lo que se esperaba. Pero nadie echa las campanas al vuelo. Los analistas de BBVA Research creen que España entrará en recesión ya en este tercer trimestre y también en el cuarto. Los expertos hablan de recesión técnica cuando se suceden dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo. También la autoridad Independiente de responsabilidad Fiscal, la Aire, pronostica ya recesión en el tercer trimestre. De momento, el Ministerio de Economía ha descartado revisar su cuadro macro económico, que es el que se incluirá en sus Presupuestos Generales para el año próximo que se presentarán dentro de pocas semanas. Contempla un crecimiento del 4,3 por ciento meses.

Los analistas creen que el Banco Central Europeo seguirá subiendo el precio del dinero en los próximos meses hasta colocarlo en el 3 por ciento. Tras la subida de tres cuartos de punto que realizó el BCE a comienzos de septiembre, el tipo de referencia en la eurozona se encuentra actualmente en el 1,25 por ciento.

El índice Ibex 35 cierra el viernes en 7.583 puntos, con una pérdida del 2,46 por ciento. La semana bursátil se salda con una caída del 5 por ciento, lo que aumenta la pérdida acumulada en el año hasta el 13 por ciento. Los más pesimistas creen que en el peor de los casos puede ir a buscar apoyo cerca de los 7.000. Han bajado con especial intensidad Repsol, las empresas relacionadas con el turismo, las acereras y los bancos. El Banco Central Europeo, según se dice en los mercados, quiere reducir su retribución a las reservas de las entidades financieras depositadas en el propio BCE.

La incertidumbre por las elecciones que se celebran este domingo en Italia ya se deja notar en los mercados en forma de una mayor debilidad del euro y en una fuerte subida de la prima de riesgo de la deuda italiana. De hecho duplica ya la de España. La rentabilidad de los bonos italianos a diez años alcanza ya el 4,30 por ciento, frente al 3,15 de las obligaciones españolas al mismo plazo y al 2 por ciento del “bund” alemán. Se dispara el rendimiento de la deuda del Reino Unido.

Crece la preocupación por los costes de financiación de los planes de estímulo que va poner en marcha el nuevo gobierno británico. La libra esterlina cotiza en mínimos de casi 40 años frente al dólar.
Muy inestable el mercado de divisas. El euro se cambia esta tarde por debajo de 0,78 dólares. Es su cotización más deprimida de los últimos veinte años. En el mercado de materias primas sigue muy presionado el precio del petróleo. La menor actividad económica mundial ha provocado una caída de la demanda de carburantes. Esta tarde el barril de crudo Brent del Mar del Norte, el que se utiliza como referencia en Europa, se paga a 86 dólares.