Los nuevos ERTE refuerzan el liderazgo de Calviño y relegan a Yolanda Díaz a un segundo plano

Paso al frente de Nadia Calviño. El papel de la vicepresidenta primera del Gobierno en la negociación respecto al futuro de la reforma laboral se empieza a materializar, después de que en las últimas semanas Yolanda Díaz llevase el peso en solitario. Lo que comenzó como un "acuerdo de coordinación" se empieza a traducir en un aumento de poder y de presencia de Nadia Calviño en algunos de los asuntos económicos más trascendentales, como es el nuevo mecanismo de articulación de los ERTE.

En este sentido, será el departamento pilotado por la vicepresidenta primera del Gobierno el que tenga la potestad de controlar el nuevo modelo de ERTE, conocido como "Mecanismo RED de flexibilidad y estabilización del Empleo". Se trata de una herramienta creada para estabilizar el empleo y mejorar la cualificación y empleabilidad de los trabajadores. Además permitirá a las empresas solicitar a la autoridad laboral la reducción de la jornada de trabajo o si es necesario pedir la suspensión de los contratos de trabajo.

Una de las principales novedades que incorpora este borrador, compuesto por 27 páginas, es que es necesaria una "activación previa" por acuerdo del Consejo de Ministros, pero es fundamental un informe previo favorable de las siguientes carteras, siguiendo el siguiente orden: Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Ministerio de Trabajo y Economía Social y Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Esta cadena de mando será actividad previo informe favorable de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, que preside Nadia Calviño.

Este proceso supone una auténtica novedad respecto a los ERTE, ya que hasta ahora las empresas presentaban sus solicitudes a la autoridad laboral, sin necesidad de que una autoridad gubernamental diese el visto bueno. En definitiva, la propuesta gubernamental incorpora que el Ministerio de Asuntos Económicos podrá determinar los parámetros objetivos a partir de un análisis de un conjunto amplio de indicadores que determinen la presunción de las causas de activación de los denominados mecanismos 'RED'. En término coloquial, será Nadia Calviño la que determine qué empresas, en qué sectores y ante qué circunstancias podrán acceder a los nuevos ERTE.

Dos tipos de causa para su aplicación

La propuesta gubernamental recoge también dos tipos de causas para la activación de estas novedosas herramientas de flexibilidad interna: causas estructurales, cuando se produzcan cambios organizativos, técnicos o productivos, o causas cíclicas, que se activarán cuando concurran "causas económicas derivadas de una situación coyuntural de alcance general que aconseje la activación de mecanismos adicionales de estabilización".

Durante el tiempo que la empresa se acoja al periodo RED, que puede ser un máximo de 12 meses, se establecen unas normas comunes: la jornada podrá reducirse entre un 10 y un 70%, se podrá afectar y desafectar a los trabajadores y no está permitida la realización de horas extras, así como las externalizaciones o las nuevas contrataciones, salvo que el personal de la empresa no esté capacitado para realizar las funciones pertinentes.

En caso de que el ERTE se active por causas estructurales, se contempla un máximo de dos prórrogas de seis meses cada una y en la solicitud de la herramienta se debe incluir un informe justificando las causas a las que se acogen y el plan de recolocación que se va a llevar a cabo.