El negocio de ser comisionista: en qué consiste su trabajo y cuáles son los límites que marca la ley

Si algo está dando que hablar estos días es el cobro de comisiones y la profesión de 'comisionista', personas que por lo general se llevan un buen pellizco por la intermediación en cualquier negocio. A las contraprestaciones del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid por la gestión de la compra de mascarillas en China, se suma la polémica de los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina por el supuesto cobro de comisiones en la venta de material sanitario al inicio de la pandemia.

También, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales y el jugador del FC Barcelona y presidente de Kosmos, Gerard Piqué, han sido protagonistas de otro de los culebrones comisionistas de las útimas horas al pactar una comisión de 24 millones de euros para llevar la Supercopa de España a Arabia Saudí.

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Sin embargo sobre una palabra tan recurrente y tan denostada estos días sabemos poco. ¿Qué es exactamente un comisionista y en qué consiste su trabajo? ¿Es legal? ¿en qué se diferencia su labor de la de un comercial? o ¿hay algún contrato que regule su trabajo?, son algunas de las preguntas que se plantean.

abogada de Medina Morales.

El comisionista realiza un encargo puntual y concreto con total independencia en la gestión de ese encargo

A priori su trabajo podría parecer que pisa el terreno de un comercial, pero hay diferencias. El comisionista

Se trata de la misma

independencia con la que cuenta un

sin embargo en su caso "la relación es más duradera en el tiempo, incluso puede ser de carácter indefinido". Además, el comercial

", aclara la abogada.

CONTRATO, OBLIGACIONES Y DERECHOS

El contrato que regula el trabajo de la persona que recibe una comisión, principalmente regulado en el Código de Comercio y en el Código Civil, es aquel "que acuerden ambas partes y que se celebre con arreglo a la legalidad sin abuso de derecho y según los usos y costumbres".

No obstante, Fernández Hinojosa advierte que estos contratos "por regla general suelen realizarse por escrito". De esta forma "las dos partes se someten a sus pactos, es ley entre partes y la deben de cumplir". También puede realizarse un acuerdo de palabra, si bien "es más problemático en cuanto a la prueba de las condiciones que han pactado las partes porque ya se sabe que las palabras se las lleva el viento".

Entre las obligaciones del comisionista está "seguir las instrucciones del encargo y comunicar las incidencias, así como rendir cuentas de todas sus gestiones o responder del éxito del encargo". Como derechos, "el cobro de la remuneración o comisión y el reembolso de los gastos".

RAZONES PARA LA ILEGALIDAD

Al margen de los contratos, un comisionista puede entrar en la ilegalidad, "cuando incumple el contrato, cuándo existe un conflicto de intereses o concurrencia con otros clientes a los que representen, cuando haga de contraparte, cuando no siga las instrucciones que se le han encargado para cerrar ese negocio y sobre todo cuando haya negligencia o mala fe en el ejercicio de su trabajo", concluye Fernández Hinojosa.