Dicen que es una de las noches más mágicas. La Noche de San Juan se asocia con la llegada del solsticio de verano en el hemisferio norte, es decir, con la noche más corta del año. Quizás por ello se le de una impronta especial y se la impregne de curiosos rituales y tradiciones que no dejan de ser un momento para disfrutar y reunirse con amigos y familiares.

Fuego y agua

En muchas localidades es tradición dar la bienvenida a la noche del 24 al 25 de junio con hogueras en playas o plazas con la idea ancestral de que el fuego purifica y trae buena suerte. A ellas se arrojan en muchos casos objetos personales con el fin de acabar con aquello que no nos trae malos recuerdos y dejar paso a lo bueno que está por venir.

Estas hogueras son populares en zonas del interior como San Pedro Manrique donde reviven esta noche con el ritual del paso del fuego, en el que varios pasadores cruzan con los pies descalzos una alfombra de fuego. Una tradición milenaria que en este caso persigue la inmortalidad a través de una hoguera purificadora.

Importante también para la tradición gallega que trata de espantar a las ‘meigas’ por los 365 días restantes con una mezcla de fuego, agua y hierbas. Durante la noche, ramos con malva, romero, helecho, hinojo, hierbaluisa, retam y herba de San Xoán reposan en barreños. El agua aromática a primera hora del día es lo único que protege a Galicia, según la tradición, de las ‘meigas’, por lo que el olor a humo se acabará a primera hora para dejar paso a una fragancia mágica que marca el inicio del verano.

En la costa los hay que prefieren darse un buen baño a la luz de la luna porque aseguran que el agua de esa noche tiene propiedades curativas. Otros prefieren dejar reposar agua en un recipiente para lavarse la cara con ella al día siguiente y lucir radiantes el resto del año.

El ritual del dinero

Pero no todos fantasean con la renovación, la purificación, la inmortalidad o la belleza en la Noche de San Juan. Los hay que persiguen un fin más material y que optan por llamativos rituales enfocados a enriquecer su bolsillo.

Por ejemplo, algunos de ellos buscan conseguir ese trabajo soñado y bien remunerado. ¿Y qué hace falta? Para uno de ellos tan solo una rosa, un trozo de papel y un sobre amarillo.

Basta con meter dentro del sobre los pétalos de la flor junto con la descripción en el papel del trabajo que ansiamos y lanzarlo después a una de las hogueras de la noche. Si no tenemos una cerca, también dicen que se puede quemar con cuidado en casa con una vela de color blanco.

Para que no nos falte dinero o que nos toque un buen pellizco de la lotería existen más rituales en el imaginario popular. Por ejemplo, cuentan que se puede atraer la fortuna introduciendo en una bolsita de tela varios billetes, monedas, un cascabel y un imán. Objetos que simbolizan la atracción literal por el dinero.

La bolsa debe de estar bien cerrada, a ser posible con un hilo blanco y guardada bien en un cajón de casa o en nuestro bolso, pero solo durante la Noche de San Juan. Ten cuidado eso sí de que no esté cerca de las tarjetas de crédito para que no se estropeen por el imán.

Para otro de estos rituales económicos basta con usar laurel, un árbol al que desde la antigüedad no solo se le atribuye el poder de purificar y de proteger, también de atraer la buena suerte. En una de sus hojas se escribe la cantidad de dinero que deseemos ganar. Después solo hay que quemarla y soplar las cenizas con el aire de la medianoche.