Nuevas formas de pago: el uso del teléfono móvil ya le pisa los pies al efectivo
El 15% de los consumidores pagan sus compras utilizando el móvil. Todavía lejos de ese 64% que emplea la tarjeta de crédito
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La tecnología ha revolucionado las formas de pago y comprar con el móvil es cada vez más habitual. “Es un método muy fácil que siempre tienes a mano”, cuenta Cristina, una joven de 24 años que utiliza esta forma de pago desde que salió y con la que se siente “segura porque si algún día sales a la calle sin dinero sabes que siempre vas a tener esa opción”. Raquel, por ejemplo, ya no lleva cartera encima, “guardo las tarjetas que necesito en la funda del móvil y como la tarjeta la llevo en el teléfono no necesito ni bolso ni nada”, narra.
Como Cristina y Raquel, ya son un 15% los consumidores que pagan sus compras utilizando el teléfono móvil. Un dato que se encuentra muy cerca del 19% que lo hace en efectivo. Sin embargo, es una cifra que todavía está lejos de ese 64% que emplea la tarjeta de crédito. Aunque, “las tarjetas en el móvil son más seguras que las tarjetas físicas. Con lo cual no hay problemas de seguridad. Es al revés, porque todo lo digital deja más huella así que si ocurre algún fraude es más fácil perseguirlo”, explica Borja Adsuara, abogado experto en derecho digital.
El único riesgo que los expertos ven a esta forma de pago es que es una tecnología y siempre pueden surgir contratiempos, como por ejemplo que falle la conexión del datáfono o que nos quedemos sin batería en el móvil. Por eso recomiendan llevar siempre algo de efectivo encima.
Comprar con el móvil también es una práctica cada vez más habitual
Cada vez son más también los que realizar sus compras online desde el teléfono móvil, son cuatro de cada diez consumidores. Aunque es una práctica que tiene sus riesgos, porque “un 90% de los ciberdelitos en España son ciberestafas”, explica el abogado. “La mayoría utilizan el phishing y simulan ser una tienda, una empresa, real y fiable”.
Por eso hay varios aspectos en los que tenemos que fijarnos para evitar caer en la trampa. En primer lugar, el lenguaje, “porque suelen ser mafias internacionales y tienen faltas de ortografía o de sintaxis”, numera Adsuara. Segundo, “por los remitentes o el nombre del dominio. Muchas veces utilizan el nombre de la empresa y le añaden más cosas”, continúa. Y tercero, es importante fijarse en la política de privacidad y en la información legal, “y ahí tiene que aparecer el registro mercantil de la empresa, el domicilio o un teléfono de contacto”, añade. “Si no hay un número al que llamar hay que empezar a sospechar”, finaliza. Y como cuenta el propio Adsuara, experto en derecho digital, nunca olvidar, “que en Internet lo que parece raro es raro y no hay que fiarse”.