¿Por qué no se cubren las ofertas de trabajo?

Sorprende que pase en un país como España, con más de 3 millones de parados y una tasa de desempleo por encima del 14% de la población activa, pero ocurre. La mayor parte de las empresas españolas, en concreto el 72%, no logra encajar oferta y demanda. En otras palabras, tiene problemas para cubrir los puestos de trabajo que ponen en el mercado. La revolución digital está provocando un cambio de perfiles.

Un 56% de las empresas encuestadas no encuentra las capacidades de trabajo en equipo requeridas en titulados universitarios. Un 52% de las empresas tampoco ve en ellos las capacidades requeridas de comunicación. En relación a los titulados en formación profesional, un 52% de las empresas no encuentra la capacidad requerida de comunicación y un 48%, la capacidad requerida de trabajo en equipo.

Hay una brecha clara de conocimientos, sobre todo tecnológicos, pero también de capacidades y actitudes profesionales, según revela el informe “El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas” que acaba de presentar el IESE Business School. Lo peor es que esa brecha va en aumento, en áreas como big data, marketing digital, inteligencia artificial o blockchain será aún mayor dentro de cinco años. 

Las empresas están evolucionando hacia estructuras más planas y transversales, con modos de trabajar diferentes, que incorporan metodologías agile, trabajos por proyectos y métodos como design thinking. Estas tendencias requieren conocimientos y capacidades diferentes, con mayor énfasis en el trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo, la negociación o el sentido emprendedor, y unas actitudes profesionales y personales diferentes. Todo eso aumenta el reto de mejora del sistema educativo, según cuenta a COPE María Luisa Blázquez, una de las autoras del informe.

La solución, un sistema educativo más flexible

El documento asegura que la educación es uno de los principales factores que explican el desempleo juvenil. Por eso pide avanzar hacia un sistema de calidad, flexible y capaz de responder a las necesidades cambiantes de las empresas. Las empresas necesitan una formación más completa, holística y práctica, con énfasis en los conocimientos, las capacidades y las actitudes necesarias en los próximos años. “Como el sistema anglosajón”, afirma Blázquez.

Además es deseable una colaboración más intensa de los distintos actores, entre empresas, universidades y centros educativos. Un 87% de las empresas participantes en el estudio cree que debería de tener un papel más activo en la definición de los conocimientos, capacidades y actitudes necesarios. La mayoría pide al Gobierno que lo impulse.

Otro reto es que las empresas “inviertan en formación interna”, según ha señalado el consejero delegado de Amadeus, Luis Maroto. Todos coinciden en que es necesario que despegue la formación profesional. España muestra un porcentaje de jóvenes con estudios de Formación Profesional del 24%, muy por debajo de la media de la UE (36%) o de países como Austria (59%), Francia (48%) o Alemania (51%) (OCDE, 2016).