¿Por qué siguen subiendo los carburantes si estamos en pandemia?

Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la UE el precio medio del litro de gasolina está en los 1,23 euros y el del gasoil en 1,11 euros

¿Por qué siguen subiendo los carburantes si estamos en pandemia?

Marta Ruiz

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Es la pregunta que se hace más de uno en las últimas semanas tras pasar por el surtidor. Y es que el precio de la gasolina y del gasoil no ha parado de crecer desde principios de noviembre y se acercan a niveles previos a la pandemia. La gasolina nos cuesta de media un 10% que hace tres meses y la gasolina es un 8% más cara de media. Según los últimos datos del Boletín Petrolero de la UE el precio medio del litro de gasolina está en los 1,23 euros y el del gasoil en 1,11 euros. Si echamos la vista aún más atrás y nos fijamos a los mínimos que se alcanzaron en mayo, en pleno confinamiento, ahora repostar nos cuesta entre un 14 y un 15% más.

Es cierto que con la reapertura de la movilidad a partir de junio volvió la demanda, pero ha habido altibajos debido a las restricciones de la tercera ola y ahora mismo la demanda de carburantes es un 20% menora a hace un año. Entonces... ¿por qué suben? Pues porque la parte variable del precio depende de los mercados internacionales, explica Inés Cardenal de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) “la gasolina y el gasóleo cotizan en mercados internacionales, que a su vez tienen relación con el petróleo y en las últimas semanas se ha producido una subida paulatina del precio del crudo hasta recuperar niveles previos a la pandemia”

¿Por qué? Pues los expertos coinciden en que influyen las buenas expectativas por la evolución de la pandemia, la buena marcha de la vacunación está impulsando las compras. De hecho, el barril de Brent, el de referencia en Europa ha vuelto a subir este miércoles, un 1,5% y el precio del barril se ha situado en los 64 dólares. También hay que tener en cuenta que los países productores, la OPEP, “abren y cierran el grifo” de la producción para controlar que no haya un desplome de los precios. Y la previsión es que siga subiendo, nos comenta Antonio Turiel, experto en energía del CESIC, porque hay un problema de fondo que es la desinversión de las grandes petroleras que se viene produciendo desde hace 7 años.

Esto que reduce la producción y a menor oferta precios más altos. Nos asegura Turiel que si se mantiene esta tendencia la producción podría caer hasta un 50% de aquí a 2025. Es importante que el consumidor sepa, nos dice Víctor García, secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (AEVECAR) que sólo un 30% de la factura del surtidor tiene que ver con las oscilaciones de los precios de los carburantes en los mercados internacionales. Un 60% son impuestos (el IVA y el impuesto especial de hidrocarburos), un 10% son los márgenes con los que juegan los distribuidores y el 30% restante depende de los mercados internacionales. Y ¿Qué va a pasar? ¿Seguirán subiendo los precios? Pues los expertos lo tienen claro, la pandemia es la que marca el paso y en el caso de los carburantes no es una excepción.

Si la vacunación sigue avanzando a buen ritmo, persiste el optimismo en los mercados internacionales, vuelve la movilidad y se impulsa la demanda, lo lógico es que siga subiendo, algo que vendrán impulsado por el precio del petróleo que en principio va a seguir escalando.

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