¿Es posible implantar en España la jornada laboral de cuatro días?
Los expertos consultados por COPE coinciden en que a corto plazo y de manera generalizada, no
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
El gobierno va a poner en marcha un proyecto piloto en varias empresas para ver si es posible implantar el modelo de cuatro días laborables a la semana en España. El Ejecutivo había dado carpetazo antes de Navidad a la propuesta de su socio de gobierno, Unidas Podemos, pero ahora lo retoma con un compromiso concreto arrancado por Más País, la formación de Íñigo Errejón, a cambio de su apoyo al decreto de las ayudas europeas.
¿Qué sabemos se ese proyecto piloto? De momento poco. Que esta semana hay prevista una reunión en el Ministerio de Industria para empezar a perfilar, con un grupo de expertos, qué requisitos tienen que cumplir las empresas que quieran acogerse a este programa que durará tres años y con un presupuesto de 50 millones de euros de ayudas europeas para sufragar los costes derivados de la implantación de la jornada de cuatro días a la semana.
¿Es posible la implantar en España una jornada de 32 horas y 4 días a la semana?
Los expertos consultados coinciden en que a corto plazo y de manera generalizada, no. Primero, por la propia naturaleza de nuestro tejido empresarial, con fuerte presencia de pymes (pequeñas y medianas empresas) y muy dependiente del sector servicios. Habría que tener en cuenta, por ejemplo, el aumento de los costes que supondría para las empresas tener que contratar para cubrir horas, algo impensable en un momento de fuerte crisis económica como en el que estamos.
También dependerá del sector en el que se encuadre la empresa. Como es lógico las tecnológicas lo tienen más fácil frente a aquellas cuya actividad tenga un fuerte componente manual. Por eso, José Canseco experto en recursos humanos de EAE Bussines School, centra el debate para COPE: "No vamos a modelos puros, es decir, teletrabajo sí o teletrabajo no, trabajo cuatro días o trabajo cinco días; sino que vamos a modelos mixtos siempre en función de la actividad de la empresa. Por lo tanto, una parte de la plantilla puede hacerlo de una manera pura y la otra no”.
Se trata, coinciden los expertos consultados, de seguir avanzando en la implantación del teletrabajo y en dar más flexibilidad y autonomía a los trabajadores para organizar su jornada laboral. Eso favorece la conciliación y el bienestar del empleado que lo traduce en un aumento de productividad y en un descenso del absentismo laboral. Otra dificultad es cómo medir la productividad, y en este sentido, como recuerda Pedro César Martínez, director del máster de recursos humanos de ICADE Bussines School, “uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan las empresas es medir los resultados que un trabajador realiza". "La productividad es lo conseguido, lo alcanzado con relación a los recursos puestos en juego y uno de esos recursos es el tiempo”, explica. Por eso también hay que avanzar en un cambio de cultura, de mentalidad, porque no necesariamente más horas de trabajo se traducen en mayores y mejores resultados. Así que la implantación de nuevos modelos de organizar la jornada laboral será posible analizando las necesidades de cada sector y cada empresa.
¿Hay ejemplos de éxito?
De momento en España son pocas las empresas que se han atrevido a dar el paso. Una de ellas, una empresa tecnológica de Jaén, Software DELSOL, con 181 trabajadores. Hace un año implantaron la jornada laboral de 32 horas semanales en invierno y 28 horas semanales en verano repartidas en cuatro días a la semana. Su responsable de Comunicación y Relaciones Institucionales Juan Antonio Mallenco asegura que un año después la plantilla está más contenta y vinculada a la empresa, que a su vez ha seguido creciendo y generando empleo.