Seguro sanitario o medicamentos: Estos son los gastos médicos que puedes deducirte en tu declaración de la Renta de este 2025

Se cuenta por semanas el tiempo que queda para que de comienzo la campaña de la Renta 2025. Llega el momento, pues, de que todos los ciudadanos rindan cuentas sobre su actividad económica durante el año natural 2024. 

Tal y como se define en la página web de Hacienda, los contribuyentes tendrán de plazo entre el dos de abril y el 30 de junio para presentar la declaración de la Renta. Eso sí, la Agencia Tributaria ofrecerá este año, así como ha sucedido en anteriores, su asistencia para poder hacerlo. 

Los que necesiten su servicio de ayuda telefónica, podrán tener acceso a ella a partir del seis de mayo y solo habiendo pedido cita previa entre el 29 de abril y el 27 de junio.

Aquellos que prefieran que la Agencia haga por ellos la declaración de la Renta de manera presencial, deberán esperar hasta el dos de junio y haber pedido cita previa entre el 29 de mayo y el 27 de junio. De cualquier manera, sea cual sea el caso, la fecha límite de presentación es la misma: el 30 de junio.

para qué sirve la declaración de la renta

La declaración de la Renta, ya lo sabemos, es un trámite fiscal a través del cual las personas y empresas informan a la administración tributaria sobre sus ingresos, gastos y demás circunstancias económicas acaecidas durante el año fiscal anterior. 

El objetivo final es calcular si han pagado los impuestos adecuados o, por el contrario, deben pagar más o recibir una devolución por parte de Hacienda.

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Dentro de estas cuentas entran los factores deducibles, que son aquellos gastos o conceptos que se pueden restar de los ingresos brutos para reducir la base imponible y, en consecuencia, pagar menos impuestos. 

En España, por ejemplo, la compra de una vivienda, la manutención de un menor de edad o donaciones a ONGs o partidos políticos son deducibles. 

gastos médicos deducibles

Si bien es cierto que, en España, la deducción de los gastos médicos no está incluida de forma general en la declaración de la Renta a nivel estatal, también lo es que existen ciertas excepciones y deducciones a las que se puede acceder, sobre todo, en función de la comunidad autónoma en la que se presente. 

El principal gasto médico al que tiene que hacer frente la mayoría de españoles es el seguro médico. ¿Es este deducible? La respuesta es que depende, sobre todo, de la situación laboral del interesado. En este caso, juega un papel decisivo el hecho de ser trabajador de una compañía o autónomo, al menos, de cara a Hacienda, que entiende que son casos laborales distintos. 

La legislación, ciertamente, establece que la póliza de salud es un gasto deducible en la declaración del Impuesto de Renta de las Personas Físicas (IRPF), motivo por el cual los autónomos que cuenten con un seguro de salud pueden tener acceso a ciertos beneficios fiscales. 

Eso sí, solo podrán deducirse el seguro médico siempre que tributen en régimen de Estimación Directa y no en módulos. 

Esta deducción se aplica tanto al propio autónomo como a su cónyuge e hijos menores de 25 años a su cargo, con un límite máximo de 500 euros por persona, elevable hasta 1.500 euros en caso de discapacidad.

Los asalariados, sin embargo, no tienen tan cerca el acceso a estas condiciones. Por un lado, las compañías que doten a sus empleados con un seguro de salud, sí que podrán deducírselo, dado que tributan por el Impuesto de Sociedades. Y, aunque no sea deducible para los propios trabajadores, estos si que tendrán acceso a algún beneficio. 

Principalmente, si el seguro de salud forma parte de la nómina del empleado, al no considerarse como rendimiento del trabajo, este quedará exento de presentar dicha parte y puede darse el caso de que tribute por un tipo menor.

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Hay que aclarar, en materia de medicamentos, que la compra de fármacos recetados, por regla general, no es deducible, hablemos o no de autónomos. 

Si que es cierto que, en algunas comunidades autónomas, cierto porcentaje del gasto destinado a cuestiones sanitarias es deducible, aunque son casos excepcionales y que siempre habrá que justificar.