El campo está de moda: ¿Dispara el suelo rústico su precio ante la creciente demanda?
El campo parece cada vez más de moda y son muchos los que deciden invertir en suelo rústico por motivos de lo más variopinto
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El campo está cada vez más de moda. Décadas después de que nuestros abuelos abandonaran los pueblos en busca de una vida mejor en las ciudades, muchos están ahora emprendiendo un camino a la inversa, dejando atrás las principales urbes para invertir en suelo rústico. De entre todos, el más deseado, el que se encuentra no más allá de una hora de distancia de las grandes ciudades.
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El aumento de compras de fincas rústicas en 2021 "supuso casi 160.000 operaciones en total, un 30% más que el año anterior", señalaba la colaboradora de Herrera en COPE, Pilar García de la Granja.
En este sentido, Sergio García Codina, experto en economía y profesor del MBA online de la Escuela de Negocios y Dirección, añade en COPE.es que si bien ha habido un "alza sostenida desde 2010, no se ha llegado a las cifras récord de casi 200.000 compraventas del año 2007". El mínimo, recuerda "fue en 2010, con unas 103.000 operaciones, que llegaron a 141.000 en 2019; tras el ligero bache de 2020 con sólo 123.000; 2021 recuperó todo lo perdido hasta las 158.000".
LA RAZÓN
Algunos expertos aseguran que los profesionales agro "están invirtiendo para conseguir explotaciones más grandes que ofrecen mayor rentabilidad", afirma De la Granja que añade que también se estaría produciendo "un desplazamiento de inversores ante la inflación, la inestabilidad de los mercados financieros y la regulación en el inmobiliario urbano".
En opinión de Sergio García Codina el aumento "de los últimos dos años" podría venir dado por un lado porque "la vida en las ciudades se ha hecho más ´incómoda'". También porque "muchas personas que han tenido dificultades económicas por las restricciones y han encontrado una salida con la venta de terrenos que tenían olvidados o abandonados y sin uso, o por el aumento del interés por cultivar su propia comida".
Además estaría el interés de "muchas sociedades y empresas para controlar la producción agrícola y, por tanto, los precios en un futuro cercano", una tendencia que ya comenzó en EEUU, "donde se está concentrando casi el 30% de todos los terrenos cultivables en unas pocas manos", recuerda el experto.
Por lo general la inversión en fincas rústicas para agricultura suele centrarse en "frutas, legumbres y hortalizas" todo depende de "la localización, el clima o los recursos a los que se quieran dedicar, es una combinación de precio y también de resistencia de los cultivos". Por ejemplo, señala "la patata, aunque es barata, es muy resistente a las inclemencias del tiempo y da buena productividad, con pocas pérdidas en caso de heladas".
GUERRA DE UCRANIA
¿Va a influir de alguna manera en el aumento de la inversión la invasión rusa de Ucrania? Para García Codina todo "dependerá de la duración y de las consecuencias a largo plazo de los suministros de algunos alimentos (sobre todo cereales), si se producen sanciones".
Podemos pensar que estas circuntancias pudieran favorecer a los agricultores con ventas como no habían visto en años, -siempre que la cosecha se diera bien- pero hay matices. "Puede que les favoreciera el alza de precios, pero a estas alturas, muchos cultivos ya se ha sembrado y sería tarde para volver a hacerlo". Sin embargo en aquellos "en los que todavía no ha llegado el momento de la siembra y puedan tener suministros de semillas o abonos, puede que aumente el volumen de ventas".
No obstante recuerda el experto "también debemos de tener en cuenta que les afecta el aumento de los costes de la energía -electricidad para el riego, invernaderos, gasoil para la maquinaria y el transporte- por lo que no todo es tan bonito como puede parecer".