¿Tienes libertad para elegir tus vacaciones?

Siete de cada 10 empleados disconformes con la gestión de su descanso

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Carmen Labayen: ¿Tienes libertad para elegir tus vacaciones?

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Tener libertad para elegir las vacaciones es un deseo más que una realidad para la mayoría de los trabajadores. 7 de cada 10 empleados están disconformes con la forma en la que su empresa gestiona su descanso estival. La queja más frecuente, según explican a COPE los expertos en Recursos Humanos, es la falta de flexibilidad además de la tardanza de las compañías en dar el visto bueno final.

A Jaime Rus no le han confirmado sus vacaciones hasta junio, algo, que según explica a COPE, dificulta mucho que tanto él como sus compañeros se puedan organizar. Aunque este año sí podrá contar con las semanas que más le convenían para su veraneo, este joven profesional madrileño no ha olvidado lo ocurrido hace justo un año.

“Mi compañera se quiso coger 3 semanas seguidas en agosto y, muy a mi pesar, tuve que ceder y esperar a que volviera para poder irme yo. Este año no me ha pasado lo mismo porque con mi compañero no coincidimos y entonces no hay problemas pero si quisiéramos lo mismo tendríamos que hacer encaje de bolillos para ver si uno se coge una y el otro la siguiente, es complicado porque no tenemos libertad y todo depende de que nos pongamos de acuerdo”, explica Jaime.

Solo 3 de cada 10 están satisfechos con el sistema de su empresa

A estas alturas del año la suerte está echada e incluso las confirmaciones más tardías han llegado. Ya sabemos a dónde iremos y los días que nos quedan libres para el resto del año. De querer cambiar, como mucho, nos quedaría la baza de intercambiar con un compañero.

Y es que, según un estudio de la empresa especializada en software de

, solo el 30 por ciento de los empleados está satisfecho con la gestión que hace su empresa de la gestión del descanso estival y al 38 por ciento le gustaría tener más libertad a la hora de elegir sus días de veraneo. El 14 por ciento considera que el proceso utilizado en su compañía es confuso y más de 1 de cada 10 denuncias falta de agilidad en su empresa a la hora de aprobar las propuestas de vacaciones.


Planificación, comunicación y normas claras, las claves del éxito

Evitar que las vacaciones se conviertan en un quebradero de cabeza en un departamento o una empresa exige, según la consultora y coach de Recursos Humanos María Baigorri, en primer lugar organizarlas con una suficiente antelación, si es posible, de meses que permitirá a los empleados proyectarse y hacer planes.

“La planificación, una buena comunicación y unas buenas reglas para que todos sepamos lo que ocurre en el caso de discrepancia son importantes para una adecuada gestión vacacional. A ello se une, la empatía por parte de la empresa sobre las preferencias de los empleados y comprensión también por parte de los trabajadores con respecto a las necesidades de la empresa”, subraya Baigorri.

En caso de desacuerdo en cada empresa rigen unos criterios de prioridad. Principalmente se tienen en cuenta las necesidades de conciliación de los trabajadores que tienen hijos o personas mayores a su cargo; la antigüedad; la responsabilidad o, en el caso de puestos que no permiten cogerse determinadas semanas críticas para la empresa, que esas personas puedan tener luego más facilidad para marcharse en las fechas de su elección. Otra opción, la más salomónica, es establecer rotaciones mediante las que unos eligen un año y otros el siguiente.

“Lo peor es la imposición”, subraya Baigorri que reconoce que “aunque hay que agotar todas las vías de diálogo y de negociación posibles, si al final nadie cede y no hay un acuerdo que garantice el servicio que presta la empresa será el jefe el encargado de tomar la decisión aunque el colaborador pueda después argumentar o incluso pelearlo por vía judicial”.

Un último consejo es según explica a COPE, el presidente de la Asociación Española de Directores de Recursos Humanos (AEDRH) , Jesús Torres, que “una vez que están decididas las vacaciones, no se deben ya cambiar porque ahí sí es donde se monta el lío”.

Es algo que no les ha pasado nunca a Carlos ni a Marcos que trabajan en la misma empresa del sector de Marketing y Publicidad que explican que, en su caso, “nos ponemos de acuerdo muy fácilmente y solemos tener las vacaciones que queremos. A ello se une que en verano nos dejan teletrabajar y esto hace que todo sea mucho más fácil”.

Los convenios, un arma de doble filo

El convenio del sector o de la empresa además del estatuto de los trabajadores tienen apartados específicos sobre las vacaciones como parte de los derechos de los empleados pero, por tener un carácter general, no son la solución a todos los problemas que genera la planificación particular del descanso estival en cada departamento.

“Hay convenios que sí que permiten un porcentaje de días a voluntad del empleado, pero también suelen incluir una cláusula que añade que siempre que el buen funcionamiento de la compañía así lo permita”, subraya Baigorri. Otros convenios establecen un calendario fijo por ejemplo del 15 de junio al 15 de septiembre para cogerse todas o parte de las vacaciones.

Al final se trata de conciliar todos los intereses y debe hacerse con flexibilidad tanto por parte de la empresa como por parte de los trabajadores, según explica Torres, quien señala que “el hecho de que en los trabajadores estén cogiendo sus vacaciones de forma cada vez más escalonada y la posibilidad que tienen de intercambiarse los periodos de descanso, también contribuyen positivamente a la planificación y rebajan la conflictividad laboral”.

Atrás quedó la época en la que algunas personas se jactaban de apenas cogerse vacaciones y que esto se interpretase en positivo. Según los expertos consultados por COPE, tanto la legislación como las empresas quieren que todos cojan sus vacaciones cuando toca y que no se dejen días pendientes.

Las compañías son cada vez más conscientes de la importancia de este periodo de descanso no solo para el bienestar físico y mental de los trabajadores sino como algo beneficioso para propia la empresa en términos de productividad.

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