Wall Street marca nuevos máximos históricos tras escuchar al presidente de la Reserva Federal

No ha defraudado. Se esperaba un mensaje claro a favor de una política monetaria más laxa y ha cumplido. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en su intervención ante el Congreso ha asegurado que la economía de Estados Unidos se ve enturbiada por incertidumbres como la guerra comercial o la desceleración de la actividad económica internacional. Ha advertido sobre el riesgo de que la inflación se mantenga demasiado baja durante demasiado tiempo. Ha hablado más de las debilidades y los riegos de la economía que de sus fortalezas, lo que se ha interpretado como señal clara de que se está gestando una inminente rebaja en el precio del dinero. Los mercados descuentan un recorte de tipos de interés a finales de este mes con una probabilidad superior al 90 por ciento. Se espera mayoritariamente un recorte de un cuarto de punto, desde la banda actual del 2,25 al 2,50 por ciento. Sólo unos pocos analistas esperan una rebaja de medio punto y menos todavía son los que creen que la medida se retrasará hasta la reunión de la Reserva del próximo mes de septiembre.

Las Bolsas de Estados Unidos han reaccionado con ganancias. El índice S&P 500 ha superado los 3.000 puntos por primera ven en su historia, mientras El Dow Jones de alores industriales y el Nasdaq de tecnológicas han tocado también niveles récord. A este lado del Atlántico, las Bolsas europeas han evolucionado a mejor para cerrar con ganancias tras escuchar al máximo responsable de la polítca monetaria estadounidense.

El dólar ha bajado frente al euro (1,1250 dólares por euro), mientras la rentabilidad de los bonos de EEUU a diez años ha bajado al 2,06 por ciento. El petróleo ha subido hasta tocar los 66 dólares por barril, empujado por una caída de los inventarios de crudo y carburantes en Estados Unidos.

Powell parece haber cedido a las presiones del presidente Trump y ha preparado a los mercados para una inminente baja de tipos de interés. El inquilino de la Casa Blanca casi le ha ordenado en más de una ocasión al presidente de la Reserva que baje el precio del dinero para impulsar la economía. El horizonte marcado por tipos de interés más bajos en medio mundo ha provocado en las últimas semanas una caída generalizada de rentabilidades en el mercado de deuda pública. Ayer mismo el Tesoro español colocó letras a 6 y 12 meses con rentabilidades cada vez más negativas. Ya cobra cerca de un 0,5 por ciento a los ahorradores que compran estos títulos. Además, la pasada semana el Tesoro colocó bonos y obligaciones y consiguió abaratar sustancialmente su coste de financiación.

También el Banco Central Europeo estudia nuevas medidas de estímulo económico. Entre ellas un nuevo programa de compra de bonos y/o recortes en el precio del dinero. El presidente del BCE, Mario Draghi, se mostró decidido a actuar con todos los instrumentos a su alcance. Cualquier recorte llevará al tipo oficial de referencia a terreno negativo, ya que actualmente se encuentra en el cero por ciento. La Reserva decidirá sobre el precio del dinero el día 31 de este mes y el BCE lo hará poco antes, el día el 25. Además hoy los mercados han agradecido la existencia de contactos entre Estados Unidos y China con vistas a retomar las negociaciones y a buscar soluciones a los problemas pendientes, lo que ha sentado bien a las empresas exportadoras, como las acereras.

Con estas referencias, las Bolsas europeas han evolucionado a mejor, pero no han conseguido salir de los números rojos. El índice Ibex 35 ha bajado un 0,23 por ciento hasta 9.252 puntos. Las empresas gasistas siguen lastando al mercado. Además, hoy ha flojeado BBVA. Se ha debilitado el peso mejicano tras la dimisión del ministro de Finanzas por desavenencias con la política económica que defiende el presidente López Obrador. Nadie olvida que, entre otras empresas, los dos grandes bancos españoles, BBVA y Santander, tienen importantes intereses en aquél país. También Telefónica, Mapfre y Cie Automotive. Han reacionado las empresas acereras, a pesar de que EEUU quiere imponer nuevos aranceles a productos mejicanos y chinos. También quiere que India rebaje sus aranceles a determinados productos de EEUU.