El PP huye de la gran coalición antes de las elecciones
Los populares dirán no a un pacto para la investidura y sí a uno para hacer avanzar la legislatura
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El PP se presenta a estas elecciones convencido de ser la única alternativa a Pedro Sánchez. La clave está ahora en intentar convencer de eso mismo a los españoles que no quieren seguir viendo al líder socialista en La Moncloa y que el pasado mes de abril optaron por diferentes opciones políticas.
Los populares son conscientes de que todas las encuestas les pronostican una importante subida, a la vez que apuntan a un importante descalabro de Ciudadanos, que ya no les pisaría los talones. Rivera no podría, por tanto, alardear de ser el jefe de la oposición, y un reforzado Casado sería la única opción posible para desplazar a Sánchez.
La estrategia de los populares pasa por seguir tirando de prudencia, de mensajes conciliadores. En el Gobierno bromean incluso asegurando que el líder del PP “se ha tragado un Buda”, pero en la calle Génova no quieren ni oír hablar de eso que llaman gran coalición, es decir, de una gran alianza entre socialistas y populares para deshacer el bloqueo político. La teoría sigue siendo, pues, la misma que en abril: no a un pacto para la investidura, y sí a un pacto que permita que la legislatura vaya avanzando, llegando a acuerdos en los grandes temas de estado.
La realidad de las urnas puede hacer cambiar, eso sí, esta opinión. Como decía Mariano Rajoy el pasado viernes parafraseando a Winston Churchill: “La mejor dieta para un político es comerse sus propias palabras”, y eso es lo que le puede tocar hacer a Pablo Casado, admiten, si el único que puede sumar con el PSOE es el PP. Entonces tocará, decían fuentes consultadas por la COPE, “devolverles el favor a los socialistas”, lo que servirá para que el líder popular destaque su faceta de hombre de estado. Se tratará, en definitiva, de hacer de la necesidad, virtud. Pero esa será otra historia, una historia que todavía está por escribir.