Vacaciones de socialistas o 500 votos clave ¿Por qué es tan importante el voto por correo en Mojácar?

Hoy termina el plazo parar acercarse a las oficinas de Correos y depositar el voto. Los intentos de pucherazo ya llegan a la península y salpican al PSOE en Mójacar. Los siete detenidos por el presunto fraude electoral en este municipio han pasado la noche en los calabozos de la Guardia Civil de la localidad y mientras los agentes investigan la documentación requisada, el número 1 del PSOE, Manuel Zamora asegura a COPE que desconocía que dos de sus compañeros de partido, que están entre los arrestados, estaban detrás de la supuesta compra de votos por correo. "No estaba al corriente", ha señalado.

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¿Cómo captaban los votos?

Los miembros de la trama, explican a COPE fuentes al tanto de las pesquisas, recogían el voto comprado previamente solicitado por correo asegurándose que en el interior del sobre estaba la papeleta del PSOE. Precisamente eran ellos los encargados de depositar la papeleta en la oficina de correos. Al mismo tiempo el vendedor recibirá el dinero o el compromiso de un puesto de trabajo. Detrás habría además un grupo de empresarios de la zona contrarios a la política municipal del actual equipo de gobierno del PP.

500 votos no hacen imposible pensar que un chanchullo de este estilo pudiera dar un vuelco a la alcaldía

En los 10 registros practicados por la Unidad Central Operativa la UCO de la Guardia Civil, se han intervenido listas y anotaciones muy expresas que ratifican el modus operandi. También votos emitidos aún no depositados.

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¿Por qué es tan importante el voto por correo en Mójacar?

Las razones son varias. En Mojácar, el PP tiene mayoría absoluta con 8 concejales frente a los 5 del PSOE, pero ganó por sólo 500 votos de diferencia: 1692 votos el PP frente a los 1145 obtenidos por el PSOE en 2019.

Por tanto la alcaldía de la localidad se disputa por tan solo 500 personas, lo que no hace "imposible pensar" que un "chanchullo de este estilo" pudiera conseguir dar un vuelco al signo de la alcaldía", ha reflexionado este jueves Sergio Barbosa, en Herrera en COPE.

El interés socialista por Mojácar viene de lejos. "Es una plaza muy querida por el partido socialista y con el que esos dirigentes suelen tener detallitos de cariño".

Además allí suelen veranear algunos de sus dirigentes, entre ellos el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez o el ministro, Félix Bolaños.

Hasta 3 años de cárcel

Las acusaciones de compra de votos han irrumpido en plena campaña por una práctica que es un delito que puede ser castigado con prisión de seis meses a tres años.

La ley electoral establece que vender el voto no es legal ya que el voto es libre y secreto, por tanto, no puede mediar un obsequio, en cuyo caso se estaría incurriendo en un delito electoral.

El artículo 146 de dicha ley castiga con la pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses a quienes, por medio de recompensa, dádivas, remuneraciones o promesas, soliciten directa o indirectamente el voto de algún elector o le induzcan a la abstención.

En el caso de que el autor sea funcionario, se impone además la inhabilitación para empleo o cargo público de uno a tres años.

Un precedente en Melilla

Hay un precedente en Melilla. En 2021, el Tribunal Supremo confirmó las condenas de dos años de prisión e inhabilitación del entonces secretario general del PSOE, Dionisio Muñoz, y el aún presidente de Coalición por Melilla (CPM), Mustafa Aberchán, por comprar votos por correo a cambio de planes de empleo en las elecciones al Senado de 2008.

Si no está permitido comprar el voto, la venta tampoco, de manera que aunque el autor del delito es el comprador, el vendedor puede ser considerado como cómplice o cooperador necesario del delito, más allá de que se les pueda imputar otro tipo de delitos como parte de una trama más amplia (blanqueo de capitales, organización criminal).

La Junta Electoral tendrá que valorar cuál es el nivel de influencia de una irregularidad sobre el resultado ya sea porque se han introducido esos votos en la urna, la localización de esos votos irregulares, si tienen incidencia o no sobre el reparto de los elegibles, etc.

Aquí, los representantes de las candidaturas tendrán que dirigirse a la Junta Electoral y solicitar las medidas que estimen oportunas.