El pueblo de Bermeo se vuelca para alzar la voz contra el drama migratorio: "Se está ahogando mucha gente"
El Padre Juanjo Elezkano ha grabado un videoclip para denunciar el maltrato que sufren los refugiados. Los fondos recaudados han ido destinados a la embarcación 'Aita Mari'
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Hace unas semanas se grabó en la costa de Bermeo '¿Quién eres?', canción que compuso el sacerdote Juanjo Elezkano y que él mismo interpretó para denunciar la “vergonzosa” situación que sufren millones de refugiados en todo el mundo.
Los 4.000 euros recaudados de la canción se han destinado al proyecto 'Aita Mari', una embarcación de Salvamento encallada en Castellón que dos veces al año navega por las aguas del Mediterráneo para rescatar a personas que tratan de llegar en patera a la Península.
“No te puedes imaginar lo que cuesta organizar una salida de 'Aita Mari' en personal, medios y tener económicamente la capacidad de comprar cosas que van a necesitar las personas a las que salvan. Es un trabajo hermanado con 'Jesús el Evangelio'. Las personas que tratan de salvar vidas en medio del mar son las manos de Jesús en el Evangelio, salvando a la gente”, ha explicado el sacerdote.
"Los vascos y españoles siempre hemos sido emigrantes"
El pueblo de Bermeo se ha volcado con el sacerdote vasco para la grabación del videoclip. Entre ellos Andrés Albonigamayor, pescador bermeano que prestó su barco. Desde el primer momento no dudó en poner su granito de arena por esta buena causa: “Hemos sido siempre los vascos y españoles emigrantes. Se está ahogando mucha gente por ahí. Hay que ayudar a esta gente, poner nuestro granito de arena”, ha expresado.
Algunos refugiados también se han prestado a participar. Todos ellos han estado dirigidos por el productor Eneko Muruzabal, quien al sumarse al proyecto se documentó para ponerse en la piel de los migrantes que se juegan la vida para llegar al llamado Primer Mundo: “Leí libros que habla de gente con esta experiencias como 'Hermanito', que relata el viaje de una persona que hace esta odisea de ir de su país a Europa. Entender por dónde pasan, cómo son tratadas como refugiadas en los países por donde pasan, los peligros a los que se exponen ha sido una revelación”.
En el videoclip aparecen tres refugiados. Todos ellos fueron acogidos en la iglesia de Almike, de la que es párroco el Padre Juanjo Elezkano. Junto a la parroquia se encuentra una casa de acogida que proporciona techo y comida a personas que, han vivido “la gran aventura”, al recorrer a pie el desierto africano para montar en una patera hasta llegar a nuestras fronteras.
El responsable de la casa de acogida, Josu Ojinaga, ha explicado las condiciones en las que llegan los inmigrantes a nuestros fronteras: “Algunos están deteriorados porque el proceso migratorio se hace con desgarro emocional profundo. Nosotros acogemos aquí a todos los que podemos e intentamos que se vayan insertando. Que consigan el padrón y todas las ayudas que estén en nuestras manos para mitigar sus heridas diversas y generando un poco de futuro con esperanza”.
La sostenibilidad económica de la residencia es compleja. Hoy sobrevive gracias a alguna subvención pública, pero sobre todo a las ganancias que obtienen del huerto que cada día trabajan estas personas durante su estancia en la casa: “El proyecto se recondujo para que mientras estuvieran aquí trabajaran la tierra vendiendo cada semana cestas con productos que cultivan aquí. Así pudieron salir adelante con alguna subvención también del ayuntamiento”, ha detallado el Padre Juanjo.
La historia de Mohamed: "Nuestras políticas son hipócritas"
La letra de la canción hace referencia al infierno que viven quienes llegan a nuestras fronteras para escapar de la muerte. Una vez aquí encuentran en muchos casos el rechazo. Que se lo digan a Mohamed, marroquí que estuvo tres años y medio en prisión: ¿su delito? Dirigir una patera en la que iban a bordo 98 personas, que lograron salvar la vida gracias a su buen hacer.
“Los que vienen de Libia cuentan historias cuando son capaces de contarla, que les cuesta muchos meses, y no cuentan apenas nada pero lo que cuentan son historias desgarradoras. Por ejemplo Mohamed que aparece en el vídeo, este hombre siendo el patrón de la patera consigue traer a sus 98 compañeros de pateras tras cinco días de navegación con una mar complicado, los trae sanos y salvos y cuando les asiste la patrullera queda identificado Mohamed como el patrón de la patera y automáticamente lo llevan a la cárcel por cometer el delito de traer a esas 98 personas sanas y salvas. Estuvo tres años en la cárcel. Son medidas muy difíciles de entender pero tienen su explicación, pretendemos que no haya patrones experimentados capaces de atraer pateras aquí, sino que los traigan cualquiera y si se hunden en la travesía queda mejor. Es duro decirlo pero nuestras políticas son hipócritas. Este hombre como premio de traer personas sanas y salvas estuvo tres años y medio en la cárcel. Son historias tremendas”, ha relatado Josu Ojinaga.
No es de extrañar que muchos de los refugiados desconfíen del otro. Los traumas que acumulan de su odisea difícilmente se superan. Es un doble shock el que esta gente sufre. Son heridas muy complicadas. Tenemos duda de que esa primera generación que ha llegado a España puedan superar esos diversos traumas. Sus hijos sí se insertan en entornos escolares y se les ve felices, pero sus padres esa carga y marca les queda de por vida”, ha agregado.
Iniciativas como el de la parroquia de Almike tratan que estos refugiados tengan un entorno seguro y agradable donde empezar a construir un futuro en España. Como ha explicado el Padre Juanjo, es una deuda que debe asumir el Primer Mundo tras siglos esquilmando los recursos en África o América Latina.
“La deuda que tenemos los que vivimos aquí es impagable porque hay una historia por medio. Y de esa historia me siento corresponsable de lo que les pasa. Es sano asumir que los que vivimos aquí tenemos que aprender a sentir esa corresponsabilidad, yo vivo bien porque otros viven muy mal”.