Un PSOE nervioso por las urnas agita la campaña electoral contra "las tres derechas"

Casado ha intentado frenar la sangría de apoyos que reflejan las encuestas en favor de los partidos de Rivera y Abascal

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La campaña de las elecciones generales que se celebrarán mañana ha acabado marcada por los intentos de Pedro Sánchez de agrupar el voto de la izquierda en el PSOE, los de Podemos de hacerse imprescindible y los de Pablo Casado, por frenar la sangría de apoyos en favor de Ciudadanos y de VOX, que irrumpió con fuerza en esta contienda tras lograr 12 escaños en Andalucía el pasado mes de diciembre y fue llenando y superando todos los aforos en los que ha convocado actos.

Los impuestos, el problema territorial con Cataluña, los debates electorales y el desempleo han sido los protagonistas de estos últimos 15 días, así como el fichaje por Ciudadanos de Ángel Garrido, expresidente de la comunidad de Madrid, en la recta final. Este último movimiento ha rematado una campaña de OPAs que tanto el partido de Abascal como el de Rivera han lanzado a la formación de Pablo Casado durante estos últimos meses llevando a sus filas a antiguos cargos populares.

Se trató de una decisión que, por inesperada, dejó descolocados a los populares a cuatro días de las votaciones y sirvió para que el presidente del Gobierno y candidato socialista ahondara en la pugna de Casado y Rivera por el liderazgo de la derecha: "si no se fían entre ellos cómo se van a fiar los ciudadanos", dijo obviando que Ciudadanos también ha fichado a tres socialistas.

Esa pelea por la primacía de la derecha entre Casado y Rivera se ha visto reflejada a la largo de toda la campaña y fue evidente en los dos debates electorales que han tenido lugar entre los líderes de los partidos. En el primero fue el candidato naranja quien abrió fuego contra Casado, pero en el segundo, el candidato popular se tomó la revancha.

Los populares además, se han pasado toda la campaña tratando de frenar la sangría de apoyos que reflejan las encuestas en favor de los partidos de Rivera y Abascal. Han explicado hasta desgañitarse que la división del voto de las derechas puede propiciar que en muchas provincias el escaño se lo lleve el PSOE. De hecho, algunos expertos en demoscopia afirman que es en las provincias pequeñas donde se puede dar más ese fenómeno y donde se jugará la victoria.

RIVALIDAD CASADO-RIVERA POR LIDERAR LA DERECHA

Y para concentrar el voto en torno a las siglas del PP, los populares han tratado de sembrar la 'duda' sobre las verdaderas intenciones de Ciudadanos, que desde el inicio ha asegurado que no apoyará a Pedro Sánchez aunque este partido sea necesario para la investidura. "Rivera no es fiable, si puede repetirá su pacto con Pedro Sánchez", ha llegado a afirmar Casado.

No obstante, tanto en los debates como en el resto de la campaña se vio cómo ambos candidatos de PP y Cs cargaban contra Pedro Sánchez sobre todo, y con menos intensidad contra Pablo Iglesias, a quienes acusan de planear subidas de impuestos y de provocar la vuelta del desempleo y la ralentización de la economía. De hecho, el paro se coló el penúltimo día en la campaña con la publicación de la EPA que arrojaba un aumento de éste en 50.000 personas.

La cuestión territorial de Cataluña ha sido otro de los temas centrales durante toda la campaña, con las advertencias de PP y Cs de aplicar el 155 en esta comunidad autónoma y las acusaciones contra Pedro Sánchez de querer indultar a los independentistas que están siendo juzgados en el Tribunal Supremo por el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

El candidato socialista Pedro Sánchez no ha querido despejar la duda sobre los indultos alegando que no hay sentencia y que no quiere interferir en el Tribunal, pero en el último día de campaña quiso dejar claro que no quiere hacer depender la estabilidad del Gobierno de los independentistas.

El PSOE se ha centrado en acusar a las derechas de utilizar la cuestión catalana para lograr votos y ha seguido apostando por el diálogo para recuperar la convivencia, pero obviando la propuesta de su Gobierno de un "relator". Entre sus críticas está la intención de PP, Cs y Vox de bajar impuestos, lo que en su opinión mermará los ingresos y perjudicará las políticas sociales.

Pero el principal empeño de los socialistas en esta campaña ha sido agrupar el voto de la izquierda en el PSOE. Pedro Sánchez lo ha repetido en cada mitin y entrevista advirtiendo que, aunque las encuestas les dan ganadores, eso no significa que gobiernen porque las derechas pueden sumar como pasó en Andalucía. Ha pedido a los suyos que no se confíen y ha reclamado el voto incluso a los que nunca le han apoyado.

IGLESIAS SE MODERA Y VOX, LLENA

Mientras, el candidato morado, sabedor de los malos resultados que le dan los sondeos, ha hecho una campaña para evitar en lo posible la fuga de votos al PSOE y para hacerse imprescindible en la formación de Gobierno. En los debates televisivos ha aparecido más moderado --incluso ha llegado a pedir "mesura" a PP y Cs--, aunque, eso sí, criticando que Pedro Sánchez no se mueva lo suficiente para aprobar medidas sociales y solo lo haga cuando le presiona Podemos.

La irrupción de VOX, por su parte, como el tercer partido de la derecha, y con una elevada expectativa de voto, es el factor que ha desestabilizado el tablero y ha provocado que la previsión de resultado, así como la de los posibles pactos, esté tan abierta.

Los "llenazos" que han conseguido en sus actos hacen temer a sus rivales que puedan lograr un resultado mejor que el de las encuestas y de hecho, Pablo Casado les ha abierto la puerta en caso de formación de gobierno: "tendrán la influencia que quieran tener".

LOS 'VIERNES SOCIALES' Y LOS DEBATES

Aunque estos han sido los asuntos que más han destacado en la campaña, esta ya se inició con polémica por los llamados 'viernes sociales' del Gobierno, llamados 'viernes electorales' por la oposición y denunciados por PP y Ciudadanos ante la Junta Electoral Central (JEC). Ambos partidos entendían que los Reales Decretos Ley aprobados de forma apresurada por el Consejo de Ministros regaban con fondos públicos a multitud de colectivos en favor del candidato socialista.

También los debates electorales han marcado estos quince días de campaña. Primero porque ésta arrancó sin tener claros los que se iban a producir y después, por la polémica generada por la decisión de Pedro Sánchez de acudir solo al de Atresmedia, en el que se incluía a VOX, además de los candidatos de los cuatro grandes partidos.

Esta opción fue anulada por la JEC, lo que provocó que Sánchez decidiera que solo iba al ofrecido por RTVE y además, lo cambió de día, del lunes 22 al martes 23. Pero los otros tres partidos y la protesta de los trabajadores de la tele pública le obligaron a dar marcha atrás, aceptar el debate del día 22 en RTVE y acudir al de Atresmedia al día siguiente.

CAMPAÑA DESDE LA CÁRCEL Y FICHAJES: GENERALES Y TOREROS

Otro dato relevante de estos días ha sido la campaña electoral que han realizado desde la cárcel los presos independentistas, que han dado ruedas de prensa y han participado en mítines de manera telemática.

En esta campaña también han tenido protagonismo los fichajes de las formaciones de la derecha, muchos de ellos 'robados' por VOX y Ciudadanos al PP. Garrido ha sido el último, pero la formación naranja había engrosado sus listas ya con el expopular José Ramón Bauzá; tres exsocialistas y dos de UPyD.

El partido de Santiago Abascal, que nace de la costilla del PP, también ha fichado en los últimos días a al menos 5 excargos populares, junto al torero Serafín Marín y el banderillero Pablo Ciprés, 5 generales y un coronel.

Este último encabezará la lista por Melilla y se medirá con otro militar fichado por el PP y que forma parte de las incorporaciones que ha hecho Pablo Casado, entre los que, además de Cayetana Álvarez de Toledo, también hay un torero y tertulianos.

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