500 años de la llegada de los españoles a Filipinas: la herencia cristiana sigue viva
Filipinas es el país asiático con mayor número de católicos, el 80% de su población lo es
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 16 de marzo de 1521 -hace 500 años- Fernando de Magallanes desembarcó en Sámar, Filipinas. Aunque él murió en una batalla contra el jefe tribal de la isla de Cebú, la Corona española decidió hacerse con el territorio y enviar cuatro expediciones más al archipiélago. El comendante de las mismas bautizó a las islas con el nombre del entonces heredero al trono Felipe -futuro Felipe II-.
Años más tarde, en 1564, Felipe II mandó otra flota con las órdenes de colonizar y cristianizar las islas. Su líder Miguel López Legazpi fue conquistando isla a isla hasta que todo el pueblo filipino se convirtió en súbdito de la monarquía hispánica. En 1571 Legazpi declaró Manila capital de las islas Filipinas. Con Legazpi viajaba el fraile agustino Andrés de Urdaneta, antiguo marino que lo dejó todo por la fe. Urdaneta fue el primero en llevar a buen término el viaje de regreso de Filipinas a México, con el que garantizaba el tránsito entre la Vieja España, la Nueva España y Filipinas, y por tanto, la presencia hispana en el archipiélago.
Entretanto, las distintas islas se fueron llenando misioneros. Los primeros fueron los agustinos, que ya en 1572 habían edificado el primer convento. Poco más tarde llegaron los franciscanos y después, los dominicos. En 1579 se instaura la sede episcopal en Manila, con su primer obispo, Fray Domingo de Salazar. El cristianismo se expandió rápidamente por todo el territorio. Apenas un siglo después de la llegada de los españoes, había dos millones de cristianos en Filipinas.
Los 300 años de presencia española han dejado una huella imborrable: es el país asiático con mayor número de católicos -el 80% de su población los es-.
El Papa agradece al pueblo filipino su testimonio de fe
El pasado domingo el Papa Francisco conmemoró este aniversario con una misa. El país asiático también va a celebrar los 500 de cristianismo con un jubileo que comenzará en abril y con el que quieren agradecer el regalo recibido con la evangelización.
Durante la celebración, Francisco afirmó que "han pasado quinientos años desde que el anuncio cristiano llegó por primera vez a Filipinas. Habéis recibido la alegría del Evangelio: que Dios nos ha amado tanto que dio a su Hijo por nosotros. Y esta alegría se ve en vuestro pueblo, en vuestros ojos, rostros, canciones y oraciones". Y dirigiéndose a los filipinos les quiso agradecer "la alegría que traéis al mundo entero y a las comunidades cristianas. (...) Vuestra presencia discreta y trabajadora ha sabido ser testimonio de fe". Recordó Francisco que "Dios envía a la Iglesia no para imponer, sino para sembrar, no para condenar, sino para llevar a Cristo, que es la salvación".