El adiós de Cospedal causa alivio en el PP
La ex secretaria general del PP renuncia a su escaño en el Congreso dos días después de abandonar el Comité Ejecutivo Nacional del partido
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La decisión de María Dolores de Cospedal de decir adiós definitivamente a la política, ha hecho respirar a la dirección del partido, que seguía sin poder poner el punto y final a un caso que han ido arrastrando durante dos semanas y que ha distorsionado su labor de oposición.
La dirección del PP ha insistido mucho en que la renuncia de la ex-secretaria general a su escaño ha sido una decisión personal. El propio Pablo Casado la ha conocido esta tarde de primera mano en una conversación telefónica que ha mantenido con ella desde Helsinki, donde se encuentra participando en el congreso del Partido Popular Europeo. El líder de la formación desconocía, además, que ella ya había tomado la decisión de abandonar la política en próximas fechas, y ahora, solo la ha adelantado.
Desde el pasado lunes, en la calle Génova se habían conformado, de momento, con pedir a la diputada que abandonara su puesto en el Comité Ejecutivo Nacional, un órgano que ya no tiene mácula alguna, decían hace unas horas, pero, en privado, algunos dirigentes no ocultaban que la posible foto de Cospedal con Casado en el Congreso iba a ser incómoda y eso que ella ha sido, en todo momento, apuntan, “muy elegante”. El líder del PP ha reconocido que la decisión de la ex-diputada ha sido “responsable, y generosa” porque ha pensado más en los intereses del partido, que en sus propios intereses personales. Del mismo modo, le ha agradecido su labor al frente del partido, de la presidencia de Castilla la Mancha, y del Ministerio de Defensa.
La dimisión de Cospedal deja la puerta abierta, además, al partido, para pedir la renuncia o la destitución de la ministra de Justicia Dolores Delgado, implicada también en las escuchas de Villarejo. Su situación en el Gobierno se hace ya “insostenible”, apuntan, sobre todo porque ella sí mintió, y conoció la comisión de delitos, delitos que no denunció.
El comunicado hecho público a través de twitter por la ex-número dos del PP deja algunas claves: actuó por el bien del partido cuando habló con Villarejo, y se va, por el bien del partido, para no perjudicar su labor de oposición, y lo hace, con la conciencia tranquila, y reiterando dos cosas: nunca mintió, y nunca cometió delito alguno. Se limitó a intentar cumplir su obligación de regenerar el partido, lo que le creó, dice, muchos enemigos. Cospedal aprovecha también para romper una lanza por su marido, al que le pidió que facilitara su labor de mediador con el ex-comisario, y al que muchos han criticado estos días por actuar “de secretario general consorte”. Y pide a su compañeros “que cierren filas ante las injusticias”, porque, advierte, “un partido que no es capaz de defender a los suyos cuando están siendo injustamente atacados, no puede esperar que los ciudadanos confíen en él”. Al conocerse los papeles de Bárcenas en enero de 2013, Cospedal sentenció: “que cada palo, aguante su vela”. Hoy, ha apagado la suya.