El aluvión de ERTEs por el coronavirus desborda los despachos de abogados
Nadie quiere perder el empleo y muchos trabajadores están dispuestos a hacer un esfuerzo
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Con el anuncio del cierre de los colegios comenzaron los aluviones de preguntas en los despachos de abogados. Preguntas sobre medidas para quien no pudiera trabajar por tener que cuidar a sus hijos. Pero tras el decreto del Estado de Alarma las preguntas iban directamente sobre los ERTEs, cuenta a COPE Luis Enrique de la Villa, del despacho Hogan Lovells. Y ahora no se habla de otra cosa. “Los abogados laboralistas tratamos el tema con gran sentido de la responsabilidad, somos conscientes de nuestro papel“. Tratan de ayudar a los clientes, empresas y trabajadores, para salir de la mejor manera posible, porque “va a ser una crisis muy grande, de gran impacto económico, impacto para el empleo, trabajadores y empresas”. Es una situación tremenda, “se avecina una grande”, nos dice Luis Enrique de la Villa.
ERTEs por fuerza mayor o por causas del negocio, son los dos tipos de Expediente de Regulación Temporal de Empleo. Estamos en una situación especial, provocada por la crisis del coronavirus y muchos expedientes se consideran de fuerza mayor. Es rápido, se tramita en cinco días. Si lo conceden es por un tiempo ajustado, nos explica el letrado de Hogan Lovels. Y se pueden establecer cláusulas, como mantener el empleo durante seis meses. Pero pasado el plazo sí podrían producirse despidos. En el caso de ERTE por fuerza mayor los trabajadores tendrán derecho a cobrar el paro aunque no hayan cotizado el tiempo suficiente, y el tiempo consumido no cuenta.
Pero no todas las empresas van a poder tener aprobado un ERTE por fuerza mayor, puede ser una ruina, explica el abogado. Y muchas empresas van a tener que ir a un ERTE normal, por causas del negocio. No hace falta autorización y se acuerda con los trabajadores. Se han agilizado los plazos, doce días. Es importante llegar a un acuerdo porque si no lo hay puede terminar en juicio. Hay mucha preocupación. Nadie quiere perder el empleo y muchos trabajadores están dispuestos a hacer un esfuerzo, señala Luis Enrique de la Villa.