Casado sugiere a Sánchez importar el modelo electoral griego, que prima al ganador con 50 escaños extra

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, sugiere al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, la posibilidad de explorar alguna reforma legal para evitar posibles nuevos bloqueos de investidura en el futuro. Uno de esos posibles cambios es el modelo electoral griego, que prima al ganador de las elecciones con 50 escaños extra, lo que resuelve las investiduras a favor de la lista más votada. 

Tras la reunión que han mantenido ambos secretarios generales en el Congreso, Casado ha reiterado su oferta para llegar a acuerdos de Estado con el Gobierno socialista. Ha apuntado la posiblidad de modificar las normas para la investidura del presidente del Gobiernoo tras unas elecciones. 

Pablo Casado ha recordado que tras la caída del bipartidismo se han producido varios casos de bloqueo que impiden sacar adelante una investidura en el Congreso. Casado ha puntualizado que en la primavera de 2016 hubo que repetir las elecciones, que en otoño de ese mismo año se forzó la abstención del PSOE para dar paso al Gobierno de Mariano Rajoy, y ahora vuelve de nuevo el riesgo de unas futuras elecciones. 

Estos bloqueos se ocasionan por el artículo 99 de la Constitución, que exige la mayoría absoluta en la primera votación y en caso de no conseguirse, debe tener más votos a favor que en contra. Como el líder del Partido Popular no es partidario de reformar la Constitución, ha sugerido a Sánchez ''soluciones más pragmáticas'', como posibilidad de instaurar en España el modelo griego que otorga una prima de escaños al ganador de las elecciones.

Esta medida posibilita que el ganador en las elecciones griegas, Kyriacos Mitsotakis, haya obtenido la mayoría absoluta del Parlamento, pese a que su respaldo no llega al 40% y solo sacó ocho puntos más que Syriza, que fue segundo.  

En este sentido, Casado ha recordado que la propia Constitución prevé la posibilidad de ampliar el Congreso de 350 a 400, un margen que podría aprovecharse para primar al ganador de las elecciones generales sin tocar la Carta Magna.