“Como siga sin llover, tendremos otra vez un verano calentito en Doñana”
Los vecinos mantienen vivo en el recuerdo el incendio de 2017, que calcinó 8.400 hectáreas
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El incendio de Doñana fue declarado el 24 de junio de 2017 en la localidad onubense de Moguer, que afectó a su parque natural. Las llamas obligaron a desalojar unas 200 personas del Parador de Mazagón, el Centro de Experimentación de El Arenosillo, algunos de los campings... Se cortaron las carreteras aislando a 50 mil personas en Matalascañas. Las llamas fueron extinguidas el 4 de julio de 2017. El balance de daños fue inmenso: 8.400 hectáreas calcinadas e importantes pérdidas económicas, tanto a nivel de destrozos como en turismo, que representa buena parte de la economía del entorno.
En estos casi dos años, las administraciones y los diferentes colectivos se han volcado en la recuperación de este espacio natural. En declaraciones a COPE.es, el portavoz de la plataforma “Salvemos Doñana”, Juan Romero, ha remarcado que el monte se está regenerando de manera natural: “No tenemos ya esa estampa de color negro ceniza. En general es un paisaje verde, pero sin árboles, ya que el pinar quedó completamente arrasado. Está siendo más fácil la recuperación de los matorrales que se ubican en la zona más cercana a las dunas, en las proximidades del mar.”
Recientemente han comenzado las tareas a gran escala para proceder al corte de los pinos quemados: “Es una situación un poco triste, porque eran pinos que se sostuvieron en pie tras el incendio, pero están muertos. Las administraciones dieron un tiempo para ver si se recuperaban, pero no fue posible. Es una zona que, al caminar por ella, parece un desierto.”
Tras el incendio de Doñana, hubo un antes y un después a la hora de abordar la rehabilitación. Y es que por primera vez, se recurrió a un comité científico, integrado por biólogos, geólogos o ingenieros que están tutelando el proceso, y en el que se tiene en consideración las unidades ambientales para recuperar el ecosistema. De esta manera, apunta el portavoz de “Salvemos Doñana”, “se evita cometer los errores de siempre, que es intentar acceder a la zona quemada al día siguiente de la extinción, para emprender la restauración, y eso genera en la mayoría de las ocasiones más daño al entorno.”
El fuego se produjo como consecuencia de una negligencia, mientras se procedía a la quema de carbón, a una temperatura que rondaban los 40 grados: “Estaban haciendo fuego en un área sin cortafuegos. Lo peor de todo es que no aprendemos. Recientemente hubo un conato de incendio en la misma zona debido al mal estado de los cables. En materia preventiva seguimos sin aprender. Este año, que ha llovido poco, vamos a tener un verano calentito.”