Cuando Messi no quiso aplaudir a los "presos políticos"

A media tarde de este martes el que es considerado por muchos como el mejor jugador del mundo, Leo Messi, acaparaba todos los focos mediáticos tras conocerse que había comunicado a su actual equipo, el FC Barcelona, a través de un burofax, su deseo de abandonar el club. Una noticia adelantada por TyC Sports y que fue confirmada poco después por Manolo Oliveros para Deportes COPE.

Un auténtico jarro de agua fría para la afición culé que ha generado multitud de comentarios y opiniones al respecto, como la que en el monólogo de este miércoles ofrecía el comunicador líder de la radio nacional, Carlos Herrera, quien aseguraba que el astro argentino “se va del Barça porque miren ustedes, Messi es un reflejo de lo que pasa en Cataluña, el caos, el desguace… el Barça ahora mismo es un reflejo de lo que ocurre en Cataluña, no siempre lo ha sido ¿eh? y Messi se va”.

No hay que olvidar que Messi ha protagonizado gestos muy comentados, tanto por los medios de comunicación como en las redes, por estar completamente alejados de la línea que el club catalán, así como algunos de sus jugadores más destacados, como es el caso de Gerard Piqué, han mantenido respecto a la independencia de Cataluña y a la actuación de la Generalidad, la cual no han dudado en apoyar.

Cuando Messi no quiso aplaudir a los "presos políticos"

De hecho, uno de los más recordados se produjo durante la ceremonia de entrega de las ‘Cruces de Sant Jordi’ de 2019, una distinción anual que otorga la Generalidad de Cataluña a aquellas personas y entidades sociales que “por sus méritos, hayan prestado servicios destacados a Cataluña en la defensa de su identidad especialmente en el plano cívico y cultural”. Entonces, la entrega de estos galardonas acabó con gritos del público pidiendo la "libertad" de los políticos independentistas presos por los incidentes del 1-O en Cataluña.

En aquel momento, y mientras el público asistente al acto gritaba una y otra vez “llibertat, presos polítics”, el jugador azulgrana, que fue uno de los galardonados en esa edición, se mantuvo completamente al margen, guardando silencio y aguantando impasible sobre el escenario la escena.

Estos aplausos, llegaron después del discurso con el que el presidente catalán, Quim Torra, puso fin al acto, en el que envió un "abrazo fraternal" a los presos y no dudó en "ir más lejos", instando a los catalanes a "exigirse más" y a seguir luchando por su independencia.

Con su comportamiento, el genio del balón argentino, dejó claro que lo único que le importa es el deporte como tal, sin injerencias de ningún tipo, especialmente políticas, dando todo un ejemplo al no utilizar su popularidad para influir en la opinión de nadie sobre este asunto.

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