Dolores Delgado: "Haber sido ministra no es una debilidad sino una fortaleza"
Delgado ha defendido en la Cámara Baja su 'currículum' de 30 años como fiscal de carrera, donde se especializó en la lucha contra el narcotráfico
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La exministra de Justicia Dolores Delgado ha reiterado este jueves su condición de ministra durante su comparecencia ante la Comisión de Justicia, que tiene que valorar su identidad como fiscal general del Estado. También tha tenido que hacer frente a las férreas críticas que ha suscitado su elección por el Gobierno que lidera Sánchez. "No es una debilidad sino una fortaleza", ha manifestado, para insistir en que el actual sistema "preserva la autonomía y la imparcialidad" del Ministerio Fiscal.
Delgado ha empleado su discurso inicial en la Cámara Baja para defender con firmeza su currículum de 30 años como fiscal de carrera, donde se especializó en la lucha contra el narcotráfico y llegó a ser la coordinadora de Terrorismo en la Audiencia Nacional. Se ha descrito como "funcionaria de carrera" y ha destacado la especial importancia de la figura del fiscal en la protección de las víctimas.
También ha defendido el sistema de elección de fiscal general del Estado que consagra tanto la Constitución como el Estatuto del Ministerio Fiscal, en el que participan los tres poderes del Estado. En este punto Delgado ha comparado la legislación española con la de otros países europeos o la de EE.UU. en los que su homólogo en el cargo en directamente nombrado por el jefe del Ejecutivo o forma parte del mismo.
Las promesas de Delgado
Dolores Delgado ha prometido en el Congreso que dedicará más recursos a frenar los nuevos discursos de odio y discriminación y a combatir la "estigmatización" de los menores extranjeros no acompañados: "Son, ante todo, niños y niñas que deben ser protegidos".
En la presentación de su proyecto al frente de la Fiscalía, Delgado ha destacado la necesidad de luchar contra las "nuevas amenazas que surgen de la extensión de discursos basados en el odio y la discriminación", a raíz del resurgimiento de "movimientos antidemocráticos" que "desprecian e ignoran los más elementales derechos fundamentales".
"No dudaremos en dedicar más recursos y nuevos esfuerzos para frenar y hacer frente al discurso del odio", ha dicho Delgado, con propuestas como una mayor especialización de los fiscales "en estas nuevas formas de atentar contra la convivencia social".
Ha incidido también en la especial protección a los menores y ha prometido que la Fiscalía destinará "todos los medios a su alcance" para "garantizar su dignidad", sea cual sea "su origen o nacionalidad" y para trabajar frente a "quienes tratan de menoscabar la dignidad de la infancia estigmatizando a los niños o poniéndolos en el punto de mira de un conflicto social".
Y ha lanzado un "mensaje claro y sin titubeos": "Los menores son ante todos niños y niñas que deben ser protegidos; a eso obligan los tratados internacionales, la Constitución y la ley".
La "independencia" de la exministra
Delgado ha garantizado que bajo su mandato la Fiscalía "mantendrá la senda de la defensa radical de su independencia, imparcialidad y autonomía".
"Mal me conocen quienes pueden llegar a pensar que una servidora pública con alma de fiscal puede traicionar principios y convenciones que le han llevado hasta aquí en los últimos 30 años", ha dicho Delgado, consciente de las críticas que suscita su nombramiento.
Además, ha lamentado que se reduzca la labor de la Fiscalía a una "injusta sospecha continua" por el hecho de que el fiscal general sea nombrado a propuesta del Gobierno y se ha referido al principio de jerarquía como una "herramienta de la unidad de actuación de los fiscales".
No obstante, y lejos de pensar en la Fiscalía como un "colectivo robótico" ha manifestado que este colectivo no realiza su labor "a la orden de un mando único", sino que son "capaces de asumir las mas complejas responsabilidades" tanto ante la sociedad como ante la propia jerarquía interna de la institución, a través de los mecanismos de discrepancia con las órdenes de los superiores.