La Educación Primaria que viene: perspectiva de género, dimensión ecosocial y Valores Cívicos
El Gobierno impondrá una nueva asignatura de 'Valores Cívicos' que contará para nota y que buscará el significado de lo bueno y lo malo
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La nueva ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, ya ha facilitado a la comunidad educativa el borrador de la nueva ley educativa LOMLOE, más conocida como 'Ley Celaá' en honor a su antecesora en el cargo, y que fue aprobada el pasado mes de diciembre.
Ahora, todos los agentes del sistema educativo deberán desarrollar la ley de manera que llegue a la programación de los centros de todo el país, para lo que –según la ministra– se deberá apostar por “la cooperación, el diálogo y la colaboración”. La fórmula para conseguirlo será a través de los llamados reales decretos de enseñanzas mínimas que establecen qué hay que aprender y cuál será el objetivo de cada asignatura.
Los borradores que ya han trascendido sobre las asignaturas de Matemáticas, Educación Física, Artística, Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural y Lengua Castellana y Literatura presentan todos una perspectiva de género. Del borrador de la nueva ley, según recogen los diarios ABC y El Mundo', ha impactado entre la comunidad educativa el caso de la Educación Infantil (0 a 6 años) donde se pretende fomentar el “descubrimiento personal de la sexualidad” y los “juegos exploratorios estimulantes”.
Mediante esta nueva ley educativa, el Gobierno pretende incluir en los centros educativos la asignatura de 'Valores Cívicos y Éticos' que todos los alumnos de entre 10 y 12 años deberán cursar de manera obligatoria en “algún curso” del tercer ciclo de Primaria (5º o 6º) y que en este caso sí contará para la nota. Una reedición de la polémica 'Educación para la Ciudadanía' (EpC) de José Luis Rodríguez Zapatero y que vuelve a resucitar con matices aún más radicales el Gobierno de coalición formado por PSOE y Podemos.
El Ministerio de Educación defiende en su borrador que “la educación en valores constituye un requisito para el ejercicio crítico y responsable de la ciudadanía y para la educación integral de las personas”. Basándose en esta justificación, el Gobierno plantea “movilizar el conjunto de conocimientos, destrezas, actitudes y valores que permiten al alumnado tomar conciencia de su identidad personal y cultural, de ciertas cuestiones éticas y sociales relativas a la convivencia, y del carácter interconectado y ecodependiente de su vida con relación al entorno”.
Por esto, la 'Ley Celaá' pondrá especial empeño en instruir a los estudiantes sobre como asumir un “compromiso activo” con el “respeto por las minorías y las diferentes identidades humanas y personales”, lo que abriría la puerta a que los niños puedan debatir sobre la realidad LGTBIQ+.
Además, otras cuestiones como son las “conductas sexistas”, “la violencia contra la mujer”, el “multiculturalismo y las migraciones”, los “problemas ecosociales” o “el cambio climático”, el significado de “lo bueno y lo malo” y de “cómo queremos llegar a ser” también tendrían cabida en el currículo, que tiene ahora que ser complementado por las comunidades autónomas.
Lengua Castellana y Literatura: reconocimiento dialectal del entorno de España
La asignatura de Lengua Castellana y Literatura abordará como primera competencia el “reconocimiento de la diversidad lingüística y dialectal del entorno y de España, para favorecer actitudes de aprecio hacia la diversidad étnica y cultural, combatir prejuicios y estereotipos lingüísticos e iniciarse en la reflexión entre distintas lenguas, incluidas las de signos”.
Además, el texto señala que el castellano, al tener una “enorme diversidad dialectal en la que cada variedad geográfica tiene su norma culta” no puede establecerse “una de ellas como las más 'correcta'”.
Nuevos “agentes de cambio ecosocial”
El currículo de la nueva ley de educación del Ministerio de Educación de Pilar Alegría también contempla convertir el 'Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural' en una asignatura que consiga “dotar al alumnado de herramientas que faciliten su empoderamiento como agentes de cambio ecosocial desde una perspectiva emprendedora”. Es decir, perseguirá educar a una nueva generación que pretenda “construir un mundo más justo, solidario, igualitario o sostenible” haciendo hincapié, entre otros asuntos, en temas relativos al cambio climático.
Otro de los objetivos de la 'Ley Celaá' es que los alumnos conozcan y valoren a los animales para que “adopten modos de comportamiento que favorezcan la empatía y su cuidado”, una aportación de educación 'animalista' por la que han apostado con fuerza tanto nacionalista como Más País.