Estos son algunos de los peores crímenes de ETA que aún quedan sin resolver
En el 22 aniversario del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, hacemos memoria de aquellas víctimas para las que no ha habido justicia
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
En el día en el que España honra la memoria del concejal de Ermua del Partido Popular, Miguel Ángel Blanco, secuestrado y asesinado el 12 de julio de 1997 después de que el Gobierno de España no accediera a las coacciones de la banda terrorista ETA de acercar los presos al País Vasco. Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, y su compañera, Irantzu Gallastegi, Amaia, fueron condenados en 2006 a 50 años de cárcel por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel. El caso del edil popular quedó cerrado, y sus asesinos entre rejas, pero no ha ocurrido lo mismo con los más de 300 casos sin resolver de asesinatos de la banda.
ESCUCHA AQUÍ EL PODCAST DE COPE SOBRE LAS 48 HORAS QUE PASÓ MIGUEL ÁNGEL BLANCO SECUESTRADO
Oyarzun, 1972
Dos guardias civiles que se encontraban fuera de servicio, vestidos de paisano, y cuando salían de un supermercados, recibieron hasta nueve disparos con arma de fuego. Uno de ellos recibió dos disparos en la cabeza y murió en el acto, mientras que al otro agente le impactó en el cuello, matándolo a las pocas horas. José Manuel Fernández y Juan Manuel Martínez fueron asesinados en Oyarzun en 1972, después de una tregua pactada de ETA de dos meses. Los autores de los disparos huyeron y, a día de hoy, está sin resolver.
Biarritz, 1973
Uno de los primeros es el de los tres jóvenes gallegos asesinados en 1973 y de los que nunca se encontraron los cuerpos. En una época en la que la banda se vanagloriaba de solo matar a agentes de las fuerzas del orden, estos tres jóvenes fueron hasta Biarritz, en Francia, para ver la película “El último tango en París”, prohibida por el Régimen, pero nunca regresaron a Irún. Las investigaciones apuntan a que habrían sido confundidos con policías y asesinados por la banda terrorista, pero esta nunca reconoció la autoría del crimen. El escritor Adolfo García Ortega retrató este crimen en su novela “Una tumba al aire”.
Ordizia, 1979
El 6 de enero de 1979, el guardia civil Antonio Ramírez Gallardo y su novia Hortensia González fueron tiroteados por la banda terrorista ETA mientras paseaban. En 2017 intento reabrirse el caso para continuar con las investigaciones pero continúa sin resolver.
Bilbao, 1991
Manuel Echevarría Echevarría, un vendedor ambulante de 44 años, falleció al estallarle una bomba que había sido adosada a su furgoneta, aparcada junto a una guardería infantil. La banda terrorista ETA intentó otro ataque en la misma localización con otra bomba en el vehículo de un ciudadano que sí pudo salvarse al darse cuenta del explosivo, que no se había accionado por error. El vehículo del fallecido era una furgoneta Avia matrícula 7722-AC que quedó destrozado con piezas de gran tamaño fueron proyectadas en todas direcciones de la calle.
Andoain, 1993
Varios miembros de la banda ETA colocaron bajo el asiento del conductor del coche del guardia civil jubilado Juvenal Villafañe una bomba que se accionó al intentar arrancar el coche. El ataque se produjo en la puerta de su domicilio y fue rescatado con vida, pero murió de camino al hospital con 78 años. Estaba casado, tenía tres hijas y un nieto y hacía 25 años que había abandonado el Instituto Armado.
Calvià, 2009
Fue el último atentado reconocido por ETA antes de la disolución de la banda terrorista. Dos guardias civiles, Diego Salvà y Carlos Sáenz de Tejada, fueron asesinados en Palmanova, en la isla de Mallorca. Ambos fueron brutalmente asesinados cuando se disponían a entrar en su todoterreno aparcado frente al cuartel de la Guardia Civil en Mallorca.
Y es que en España aún quedan 379 asesinatos de ETA sin resolver, según Dignidad y Justicia, mientras que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), presidida por la hermana de Miguel Ángel Blanco, lo reduce a 307.