El Gobierno da por cerrada la amnistía de Puigdemont, pero ahonda en su crisis de credibilidad

El Gobierno ahonda en su crisis de credibilidad, pero el giro ofrecido a Junts y Esquerra, le permite dar finalmente por cerrada la ley de amnistía.

La nueva redacción, según el Ejecutivo, respeta su línea roja: dejar fuera los delitos de terrorismo. El reproche penal queda circunscrito a violaciones graves de derechos humanos y, cuando de forma manifiesta y con intención directa, se ocasione el daño.

Ello, interpretan intramuros de la Moncloa, desactiva la amenaza sobre Carles Puigdemont que el juez Manuel García Castellón determinará en que acaban las causas contra Tsunami y los CDR.

Aun así apuntan que Puigdemont será amnistiado con la ley en la mano. El texto ofrece ahora mayor seguridad jurídica, defienden, además de difundir que no han transigido con la demanda separatista de excluir, sin excepciones, los actos terroristas de la ley amnistía.

La realidad es que como adelantó COPE, Junts y Esquerra trasladan buenas vibraciones sobre alcanzar un acuerdo.