Irán.- Arranca en Irán la campaña para las elecciones parlamentarias y a la Asamblea de Expertos del 1 de marzo

La campaña electoral de cara a las elecciones parlamentarias que se celebrarán el 1 de marzo en Irán ha arrancado este jueves, en un formato reducido de sólo una semana, en una votación en la que las autoridades esperan movilizar una gran participación como muestra de apoyo a sus políticas.

Según las informaciones recogidas por la agencia iraní de noticias Mehr, alrededor de 15.000 candidatos aspiran a ocupar los 290 escaños en juego en el Parlamento, mientras que 144 han presentado su candidatura a la Asamblea de Expertos, que cuenta con 88 asientos.

La Asamblea de Expertos está encargada de elegir al líder supremo y supervisar sus actividades, con un mandato para sus miembros de ocho años. Los nombres de los candidatos son vetados previamente por el Consejo de Guardianes, integrado por personas elegidas de forma directa o indirecta por el propio líder supremo.

Las elecciones parlamentarias y a la Asamblea de Expertos llegan cerca de un año y medio después de las masivas manifestaciones registradas tras la muerte bajo custodia en septiembre de 2022 de la joven Mahsa Amini, detenida en la capital, Teherán, por supuestamente llevar mal puesto el velo.

Las protestas, achacadas por Irán a una injerencia extranjera para azuzar la inestabilidad, fueron duramente reprimidas --con cerca de 500 muertos--, tras lo que el Gobierno ha endurecido las medidas de control sobre la vestimenta de las mujeres en el país.

En esta ocasión, se espera que esta deriva conservadora se vea materializada en las urnas, con la duda en torno al nivel de participación, ante la posibilidad de que haya grupos opositores que opten por promover la abstención como gesto de rechazo a las políticas de las autoridades del país centroasiático.

De hecho, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, ha pedido una alta participación en medio de los llamamientos al boicot por parte de opositores en el extranjero, en un momento en el que el Gobierno busca reafirmar su autoridad ante el conflicto en Oriente Próximo y el temor de la expansión de las hostilidades con Israel.