El jefe del Ejército de Argelia asegura que no tiene "ambiciones políticas"
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El jefe del Ejército de Argelia, el general Ahmed Gaid Salá, una figura fundamental en la caída del presidente Abdelaziz Buteflika el pasado 2 de abril, ha asegurado este miércoles que no tiene ninguna ambición política ante los temores de que busque instaurar un modelo autoritario como el de Egipto.
Salá ha reiterado que el Ejército "acompañará al pueblo argelino, de forma racional, sincera y franca, en sus marchas pacíficas y maduras, así como los esfuerzos de las instituciones del Estado y del aparato de justicia" durante el periodo de transición que vive el país tras la renuncia de Buteflika.
En este punto, según informa el Ministerio de Defensa, el general ha querido aclarar que no busca ocupar ningún cargo. "Que todo el mundo sepa que nos hemos dicho en varias ocasiones y con total claridad que no tenemos ninguna ambición política al margen de servir a nuestro país conforme a nuestra misión constitucional". "Esa es nuestra finalidad última", que el país sea próspero y seguro, ha añadido.
Pese a la renuncia de Buteflika, que dirigió el país desde 1992 y pretendía optar a un quinto mandato en las elecciones que iban a celebrarse este año, las manifestaciones han continuado en las calles de Argelia para reclamar que la elite de seguridad, empresarios y demás que le rodeó sea apartada del poder.
Está previsto que el país celebre elecciones presidenciales el próximo 4 de julio, pero se ha especulado con la posibilidad de que estas sean aplazadas.
Los activistas temen que el país termine siguiendo los pasos de Egipto, donde la 'Primavera árabe' provocó la caída de Hosni Mubarak en 2011 y llevó al poder, tras la celebración de elecciones, a Mohamed Mursi, de los Hermanos Musulmanes, quien terminaría siendo depuesto por el Ejército, con Abdelfatá al Sisi al frente. Al Sisi, elegido como presidente en 2014, ha obtenido este año su reelección.