José Luis Ábalos vuelve al Supremo como imputado y el juez podría tomar medidas cautelares
Caído en desgracia, quien fuera hombre de confianza de Pedro Sánchez y “número dos” del PSOE se queja del trato de sus excompañeros

Ricardo Rodríguez informa de cómo la actividad de Ábalos en el Congreso se centra casi en exclusiva en su situación particular
Madrid - Publicado el
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José Luis Ábalos, el que fuera número dos del PSOE y un hombre de total confianza de Pedro Sánchez, regresa al Tribunal Supremo para declarar como imputado en el marco de una investigación judicial que podría dar un giro dramático a su carrera política. En su regreso a la corte, Ábalos se enfrenta a una situación delicada, pues el juez Leopoldo Puente podría tomar medidas cautelares tras escuchar su declaración. La sombra de las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias planea sobre su figura, mientras las tensiones internas en el PSOE no parecen dar tregua a un político que, hace apenas unos años, se erigía como uno de los pilares más sólidos del Gobierno.
Ricardo Rodríguez, periodista de COPE, ha informado recientemente sobre la evolución de la actividad de Ábalos en el Congreso, que se ha visto marcada casi exclusivamente por cuestiones personales. Según Rodríguez, el exministro se ha centrado en abordar temas que afectan a su situación particular, como la auditoría de Transportes relacionada con la adquisición y distribución de mascarillas o incluso cuestiones como el posible rastreo de la policía sin aval judicial. La conversación ha girado en torno a las derivadas del escándalo judicial que persigue a Ábalos, quien parece sentir que ha sido "caído en desgracia" dentro de su propio partido.
El trato recibido por Ábalos por parte de sus excompañeros de filas socialistas es, para él, una de las claves de la situación en la que se encuentra. En varias ocasiones ha expresado su malestar, argumentando que la rapidez con la que Pedro Sánchez le dio la espalda fue un factor decisivo para su desmoronamiento político. Ábalos, que en su día fue clave para coser un partido roto por las primarias internas de 2017, se siente maltratado y desprotegido. Este trato, a su juicio, ha sido una muestra de ingratitud por parte de aquellos a los que ayudó a consolidar en el poder.
Por su parte, Patricia Rosety, jefa de Tribunales de COPE, ha detallado la complicada situación de Ábalos en su comparecencia ante el Supremo. Según Rosety, el exministro comparecerá ante el tribunal sin la inmunidad parlamentaria que anteriormente le había protegido. El juez Puente ha solicitado un informe detallado sobre la situación económica de Ábalos y su hijo, lo que añade más presión a la declaración del exministro, que será clave para el futuro de su caso. A pesar de que en diciembre pasado Ábalos negó todas las acusaciones, afirmando que no había cobrado comisiones por intermediar en adjudicaciones públicas, las pruebas aportadas en sede judicial no parecen despejar las dudas.
Entre las acusaciones destaca la cifra de 600.000 euros, mencionada por el imputado Aldama durante su comparecencia judicial. Ábalos, en su defensa, ha descargado la responsabilidad en Koldo García, su exasesor, a quien ha señalado como la persona encargada de gestionar las gestiones con la empresa de Aldama. Pero las palabras de Ábalos no convencen del todo, y el caso sigue avanzando.
La próxima semana, entre el 25 de febrero y el 5 de marzo, se celebrará una serie de comparecencias de testigos que podrían arrojar nueva luz sobre el caso. Entre los citados figuran algunas personas cercanas a Ábalos, como su propio hijo, Jessica Rodríguez, y el jefe de gabinete de la ministra Montero. También se espera la declaración de Carmen Pano, la empresaria que ha afirmado haber llevado 90.000 euros a la sede del PSOE, y que también está imputada en el caso de los hidrocarburos.
La situación de Ábalos sigue siendo una de las más comentadas en los pasillos del Congreso y del PSOE. Mientras su futuro judicial y político está en juego, el exministro se queja del trato que ha recibido, mientras su nombre continúa siendo un tema de conversación en todos los sectores del panorama político. La resolución del caso podría marcar un antes y un después en su carrera y en la relación entre Ábalos y el PSOE, un partido que, hasta hace poco, parecía ser su refugio político más seguro.