Un Junqueras apasionado que "ama a España"

Símbolos amables, pacíficos y sumamente respetuosos han ido dando forma a la puesta en escena de Oriol Junqueras, considerado autor intelectual de la trama Independentista y que se juega pasar los próximos 25 años en prisión.

Incluso antes de comenzar la sesión, el que fuera vicepresidente de la Generalitat durante el Procés, ha querido dejar bien claro que aceptaba la presencia de los miembros del Gobierno catalán que hoy estaban en la sala: Elsa Arcadia y Ester Capella. Se quedó de pie, mientras sus compañeros de banquillo estaban sentados y, muy serio, se volvió hacia el público durante unos tres minutos.

Oriol Junqueras ha estado entregado en su interpretación y al mismo a tiempo comedido. Hierático, serio..., pero permitiéndose alguna sonrisa, como cuando el juez Manuel Marchena le decía que era "sobradamente conocido" y no le iba a preguntar por su nombre.

Después, su voz sonó por primera vez en "año y medio", como él mismo se ha encargado de repetir varias veces durante su intervención. Su tono de voz y su seguridad fue in crescendo. De los titubeos del principio (arrastrando la A entre frases) pasó a acompañar su oratoria con gestos de manos y cabeza.

Unas declaraciones que el acusado ha tenido que hacer desde una silla especial para ello, un paso por delante de sus compañeros.

Desde atrás, he podido oír cómo decía que para él "es un placer hablar en castellano", que se considera "buena persona", que "está en contra de la violencia" y que "ama a España". Ha insistido en esto último añadiendo que "lo he dicho muchas veces y es verdad".

Todo esto, oído desde el público, me ha permitido ver a Elsa Artadi, preguntando constantemente a Ester Capella. Imagino por los gestos que las cuestiones eran sobre la estrategia que estaba interpretando Junqueras. Las respuestas de Capella siempre han sido discretas, con cara de "póquer " y al oído. En el lado opuesto, Artadi no ha parado de hurgar en su bolso o beber agua de una botella que llevaba dentro. Hasta el punto de que ha habido un momento en el que parecía que su compañera de gobierno y de banco en esta sala llegaba a llamarle la atención. De hecho, la misma Elsa Artadi nos comentaba antes de comenzar la sesión que "hasta ayer no supo que tenía que venir hoy al Tribunal Supremo". No sabía que tenía que venir a una sesión en la que se acabó el "guante blanco" con el que ha transcurrido el comienzo del juicio. Hoy, el presidente del tribunal, el juez Manuel Marchena no ha permitido ni una sola réplica de los abogados de la defensa ni de la acusación popular.