Las comunidades prorrogan las restricciones ante la lenta caída de contagios

Cataluña mantendrá el cierre perimetral, que ayer prolongó Navarra y este martes la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Cantabria

Las comunidades prorrogan las restricciones ante la lenta caída de contagios

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Las comunidades autónomas optan por la cautela y, pese a la tendencia favorable de la pandemia de coronavirus, deciden prolongar las restricciones o como mucho moderarlas de forma ponderada ante el largo descenso previsto de las curvas de contagios, hospitalizaciones y muertes.

Los fallecimientos notificados por el Ministerio de Sanidad (435 para un total de 41.688) han vuelto a marcar este martes un nuevo máximo diario de la segunda ola, en una jornada en la que se ha superado el millón y medio de contagios (1.510.023), en consonancia con los enfermos diagnosticados en semanas precedentes.

Ese es, en líneas generales, el signo camino del invierno: caída muy lenta de los positivos que siguen en una altura estratosférica, casi diez veces por encima de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el umbral de alarma de la epidemia.

El ritmo de descenso desde la incidencia media acumulada en España por cada 100.000 habitantes cada 14 días muestra esa cadencia: 524 el pasado martes, 514 el miércoles, 504 el jueves, 498 el viernes, 470 el lunes y 465 hoy, con once comunidades por encima de la media más Ceuta y Melilla.

Como en otros tantos martes de esta larga epidemia, los retrasos en las notificaciones de los lunes hacen aflorar datos contradictorios que ponen en evidencia, una vez más, el grave problema estadístico que se arrastra sin solución de continuidad durante toda la pandemia.

Como ejemplo la Comunidad de Madrid, donde se han multiplicado casi por cinco los contagios comunicados, al pasar de los 324 de ayer a los 1.517 de hoy, lo que ha elevado la incidencia acumulada de los 310 a los 324 casos.

LOS TEST DE ANTÍGENOS Y LAS FARMACIAS

Madrid, precisamente, presiona para que las farmacias puedan hacer test a todos los ciudadanos antes de Navidad. La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha enviado una carta a la de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para que apoye esa propuesta, rechazada por la Agencia Española de Medicamentos, después de que su vicepresidente, Ignacio Aguado, reiterase la demanda al Gobierno con urgencia.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha asegurado que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, le ha comunicado que las farmacias no puedan hacer estas pruebas diagnósticas.

La estrategia de los test masivos de antígenos en las farmacias también se la plantea la Generalitat de Cataluña, que ha comprado ocho millones de pruebas, aunque, a diferencia de la Comunidad de Madrid, mantiene una política mucho más restrictiva para hacer frente a la transmisión del virus.

Cataluña, que desde el 16 de octubre aplica máximas restricciones, tiene previsto iniciar el próximo lunes una desescalada en cuatro fases, que permitiría inicialmente abrir los bares y restaurantes con aforos de hasta el 30 % hasta las cinco de la tarde, con la previsión de que en Navidad pueda haber reuniones de hasta 10 personas.

Paralelamente, no obstante, Cataluña mantendrá el cierre perimetral, que ayer prolongó Navarra y este martes la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Cantabria. En los próximos días se sumarán otras comunidades a medida que venzan las prórrogas de una medida que no han impuesto Canarias, Baleares y Galicia y que Madrid sólo ha adoptado en los dos recientes puentes.

Esa medida es la que, según el gobierno de Castilla y León, le propuso el ministro de Sanidad para que aplicara en la capital española más afectada por la epidemia, Burgos, en lugar del confinamiento domiciliario, solicitado para hacer frente a una incidencia de más de 1.800 casos que hoy ha bajado a 1.306. Burgos se prepara ahora para cribados masivos y mas restricciones.

LA NUEVA Y COMPLEJA FASE DE LAS VACUNAS

La carrera de las empresas biotecnológicas y farmacéuticas por la vacuna contra el SARS-CoV-2 ha entrado, con los sucesivos anuncios de Pfizer y Moderna, en una nueva y compleja fase, en la que la esperanza y la prudencia conviven con algunas dudas y más de una suspicacia, a las que no son ajenos los intereses económicos.

La falta de concreción, a la espera de una mayor información científica, plantea diversos interrogantes en torno a la alta eficacia de estas vacunas (de entre el 90 y el 94,5 %), en particular sobre la duración de la inmunidad y los grupos de riesgo, pero también sobre su almacenamiento y distribución, habida cuenta de su sistema de doble dosis y su conservación a muy baja temperatura.

Los expertos consideran, en cualquier caso, que los resultados de Pfizer y Moderna, aunque sean matizables, apuntan a que igualmente serán de gran eficacia otras candidatas, también en fase avanzada de desarrollo, que actúan contra la proteína S del coronavirus.

La posible llegada al mercado en los próximos meses de una decena de vacunas introduce una variable de muchas aristas abierta a todo tipo de debates sobre intercambiabilidad, prioridad y conveniencia, más aún cuando los distintos países tratan de hacer acopio por adelantado de muchas de ellas de forma cada vez más discreta, por no decir secreta, como hoy ha admitido la Comisión Europea.

En esa carrera, en la que los gobiernos, en busca de buenas noticias, acompañan a las empresas farmacéuticas, hay un negocio de grandes dimensiones. Un dato: la alemana BioNTech, diseñadora de la vacuna que gestiona el gigante estadounidense Pfizer ha triplicado ya este año su valor en bolsa.

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