Las personas sordas reivindican la enseñanza de la lengua de signos en la infancia, que favorece su desarrollo
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La Federación de Personas Sordas desarrolla una app que permita hacer accesibles los teléfonos 012 y 112
Las personas sordas de Castilla y León han reivindicando la lengua de signos y su enseñanza durante la infancia, ya que la exposición de los menores con discapacidad auditiva desde edades tempranas a esta lengua favorece su óptimo desarrollo lingüístico, cognitivo y psicosocial.
Esta es una de las peticiones que ha hecho la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Castilla y León durante la celebración del Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas, que se ha desarrollado en la sede de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades bajo el lema 'Libre para elegir, libre para signar'.
Además de esta petición, durante la celebración, la coordinadora del Servicio de Atención a Familias de la Asociación de Padres y Amigos del Sordo (ASPAS) de Valladolid, Ana María Ramos, ha apuntado la necesidad de seguir celebrando este día todos los años para dar visibilidad a esta lengua, "tantas veces olvidada".
En esta línea, ha señalado la necesidad de concienciar a las administraciones de la necesidad de formar a profesionales en la lengua de signos y considera "imprescindible" su uso en contextos donde participen personas con discapacidad auditiva usuarias de la misma.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones, Luis Alberto Redondo, quien ha leído el manifiesto con motivo de este día, en el que se hace hincapié en la necesidad de proporcionar a la infancia sorda una atención temprana y una educación integral de calidad que incluya la lengua de signos, algo que además de favorecer su desarrollo evita las consecuencias del "síndrome de privación lingüística" recogido en la Convención de la ONU sobre los derechos de las personas con discapacidad.
Además, en el manifiesto se pide la presencia de la lengua de signos en cualquier política sanitaria, que la escolarización de los niños sordos en escuelas ordinarias no impida la enseñanza de esta lengua y que se brinde a la infancia sorda entornos "saludables, accesibles e inclusivos" donde, de ser persona sorda, poder usar la lengua de signos sin que esto "siga dependiendo" del lugar donde se viva ni suponga "aislamiento, discriminación, acoso escolar ni la imposición de no aprenderla".
Por su parte, la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades ha incidido en que en Castilla y León, de las 175.000 personas con discapacidad 12.441 son sordas, ha destacado que están arropadas por un movimiento asociativo fuerte y colaborativo que forma parte del Tercer Sector y ha apuntado que aunque estos años se ha avanzado, aún "queda mucho por hacer".
En este sentido, ha señalado la importancia de avanzar desde la atención temprana y ha explicado que 3.415 menores, tanto de cero a tres años como de cuatro a seis que no están escolarizados por sus caraterísticas, reciben un servicio gratuito que atiende sus necesidades de inclusión desde las edades más pequeñas y se centran en su proyecto de vida.
Además, ha llamado a avanzar en la colaboración entre instituciones, asociaciones, entidades del Tercer Sector así como entre las propias consejerías de la Junta.
Blanco ha recordado que el Ejecutivo autonómico ha pedido al central que se ubique en Castilla y León el Centro de Accesibilidad Universal de la Unión Europea y ha recordado que la accesibilidad no sólo consiste en eliminar las barreras físicas o en modelos arquitectónicos, sino también prestar servicios que personas a las personas con discapacidad vivir un "día a día más fácil e integrarse en la sociedad.
En esta línea, ha señalado que la Junta colabora con la Federación de Asociaciones de Personas Sordas con 700.000 euros de financiación que han permitido más de 10.000 sesiones de interpretación de lengua de signos.
Además, ha señalado que, a través de los fondos Next Generation de la UE, se desarrolla un proyecto que permitirá hacer "totalmente accesibles" a estas personas los teléfonos de información y atención al ciudadano (012) y de emergencias 112, un compromiso que se adquiere en la senda de mejorar la vida de quienes tienen sordera.
La consejera, quien ha recordado que la Junta ha sido la única administración que destinó el 10 por ciento de estos fondos a proyectos de las entidades del Tercer Sector, ha concretado que esta mejora en la accesibilidad se hará mediante el programa SVISUAL en la que trabaja la Federación, que supondrá casi 225.000 euros de inversión.
En concreto, se trata de la creación de una plataforma web y un app y la contratación de intérpretes de lengua de signos que permita la adaptación de estos teléfonos para hacerlos accesibles.
LA MASCARILLA, UNA "BARRERA"
En el marco de este acto de celebración, tanto Ana María Ramos como Luis Alberto Redondo han coincidido en que la mascarilla ha sido una barrera para las personas con discapacidad auditiva y además aún se mantiene en lugares como los centros sanitarios, pero también ha causado dificultades en los centros escolares.
Redondo ha apuntado que por ello abogan por conseguir un modelo de mascarilla transparente que pueda estar homologado y pueda usarse en el ámbito sanitario para que algo "tan básico" como acudir urgencias y que se le atienda.
También esta "barrera" se produce en las administraciones públicas, donde a veces los trabajadores se bajan la mascarilla para facilitar, pero depende de la buena voluntad de esa persona.
Otros problemas son la desaparición de algunas traducciones simultáneas que se hacían en informativos en la Comunidad o la falta de "calidad" de algunas en otros.
También las dificultades de las personas sordas pasan por su integración laboral, ya que suelen trabajar en empleos de baja cualificación o sectores como la limpieza y ha puesto como ejemplo dos personas que trabajan en Siro y cuyos empleos peligraban, aunque por el momento se han salvado y se evita así dificultades en la búsqueda de otro empleo.
Finalmente, el presidente de la Federación ha apuntado los problemas que han sufrido las personas mayores a lo largo de la pandemia, ya que muchos son viudos, y durante estos dos años se les ha prestado ayuda mediante videollamadas o videoconferencias, pero no ha sido la más adecuada.