La lección de historia del diputado de Vox, Antonio Salvá, en el Congreso: "Yo soy víctima de un hijo robado"

La lección de historia del diputado de Vox por Baleares, Antonio Salvá, en el Congreso de los Diputados: "Yo soy víctima de un hijo robado"

La lección de historia del diputado de Vox, Antonio Salvá, en el Congreso: "Yo soy víctima de un hijo robado"

Fernando J. Romero

Publicado el - Actualizado

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Tremendo el momento que ha protagonizado hoy durante la sesión de control al Gobierno el diputado de Vox por Baleares, Antonio Salvá. Éste subía por primera vez a la tribuna del Congreso y lo hacía con motivo del debate de una moción presentada por el Grupo Mixto, sobre “la postura del Gobierno en relación a la represión a la disidencia política en el Estado español”.

“Quisiera empezar por una cosa ya que se ha hablado de los niños robados, que es el peor de los crímenes que hay, yo soy víctima de un hijo robado”, ha asegurado Salvá para, a renglón seguido indicar “es éste”, mostrando una fotografía de su hijo, Diego Salvá, uno de los dos guardias civiles que fueron asesinados por ETA en el atentado que cometieron en 2009 en Palma.

El diputado de Vox ha indicado que los etarras “lo quemaron vivo, junto a su compañero, Carlos Sáenz de Tejada, asesinados vilmente por la banda criminal y asesina ETA”, al tiempo que no ha dudado en señalar tajantemente que “eso sí que es robar una vida”.

Salvá ha recordado que “como dijo Clint Eastwood en la película ‘Sin perdón’, cuando matan a una persona no sólo le matan lo que tiene sino lo que hubiera tenido. Es decir, lo asesinan dos veces”.

Aunque es su primera intervención desde la tribuna del Congreso, Antonio Salvá siempre ha defendido y reivindicado en el Congreso la memoria y la dignidad de las víctimas de la banda terrorista. De hecho, durante la polémica intervención de la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, en el debate de investidura de Pedro Sánchez, no dudó en abandonar el hemiciclo junto a otro diputado de Vox y víctima de ETA, Francisco José Alcaraz, y al presidente de su formación, Santiago Abascal.

UNO DE LOS MUCHOS ASESINATOS DE ETA SIN ESCLARECER

Los guardias civiles Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada fueron asesinados por ETA el 30 de julio de 2009, con una bomba-lapa que sus asesinos habían colocado en los bajos de su coche patrulla, la cual hicieron explosionar en el cuartel de Palmanova con los dos agentes dentro y a unos cientos de metros de las playas donde esos días veraneaban 30.000 personas.

Un atentado que pudo ser mucho más grave, pues no era la única bomba lista para hacer explosión. En un vehículo próximo había un segundo artefacto que fue detectado gracias a un perro policía y detonado de forma controlada. Sólo once días después estallaron tres de baja intensidad en diferentes puntos de la capital balear sin causar heridos.

Once años después las incógnitas en torno a este atentado son todas. Nada más estallar, la Delegación del Gobierno en Baleares puso en marcha la "operación Jaula" para controlar las salidas de Mallorca por aire o por mar. Parecía que, al tratarse de una isla, sería más fácil localizar a los etarras, pero no fue así. La Guardia Civil, a pesar de sus esfuerzos, no ha podido esclarecerlo.

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