Torra ya no 'aprieta': los CDR abandonan las calles

Algunas de las últimas movilizaciones no han conseguido sus objetivos, como ocurrió con el frustrado boicot del partido Barça-Real Madrid

El presidente catalán, Quim Torra, recibe en el Palau de la Generalitat al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez

Juan Baño

Publicado el - Actualizado

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"Pero ¿qué pasa que no se convoca nada?" Mensajes como éste han circulado estos días en los chats de los CDR más activos, extrañados porque en esta ocasión la llegada del presidente del Gobierno a Cataluña no esté acompañada de movilizaciones en la calle e incidentes. A los servicios de información policiales no les ha sorprendido. Era lo previsto. Nada que ver con la visita relámpago de Sánchez del pasado 21 de octubre cuando fue a ver a los policías heridos por los altercados con motivo de la sentencia del 'procés' y fue abucheado hasta en el hospital.

El 27 de enero se quemaron los últimos contenedores por unos pocos concentrados que protestaban contra la decisión de retirar el escaño al president Torra. Desde entonces, la gran algarada callejera ha desaparecido al margen de convocatorías muy puntuales que pasan prácticamente desapercibidas. Este silencio prueba, dicen a COPE analistas de los servicios de información policiales, que detrás de las grandes movilizaciones hay una cúpula vinculada al estamento dirigente del separatismo y por supuesto de la Generalitat.

"Torra recibe como Jefe del Estado a Sánchez y Torra manda parar. Hoy tocaba la foto", dice un resposanble en Información. Ahora, según vaya la reunión, asi harán. Fuentes de la Guardia civil aprecian, no obstante, cierta desactivacion en la cadena de mando de ese entramado. Hay también cansancio, nos dicen medios policiales de Guardia Civil, Mossos y Policía Nacional, pero sobre todo hay miedo al fracaso. Algunas de las últimas movilizaciones no han conseguido sus objetivos, como ocurrió con el frustrado boicot del partido Barça-Real Madrid. Y por supuesto ese ámbito radical refleja también la división interna que existe entre los de Esquerra y los de Puigdemont. Y por supuesto entre los CDR, Tsunamic democratic y otros movimientos como el mas reciente de Alerta Aixeta o Alerta Solidaria, Omnium también se refleja la escisión. 

Todo esto no quita para que la foto de Sánchez en la Generalitat no guste a muchos de los radicales. En foros de de ese entorno se ha criticado ya el recibimiento al presidente del Gobierno. Lo ven como una normalidad que les asusta. No hay que olvidar,advierten fuentes en la seguridad del Estado, que el Govern busca precisamente estos días la imagen de normalidad que puede facilitar la apertura del Mobile World Congress el proximo 24 de febero en Barcelona. El coranovirus es la principal amenaza pero una Cataluña incendiada no ayuda al objetivo que, ahora sí, defiende la alcaldesa de la ciudad Ada Colau. Sobre todo después de que Madrid se haya convertido en una seria amenaza para aspirar a izar esa bandera de la tecnologí global.

Los CDR ya han mostrado estos días su adhesión a la gran cita que prepara el separatismo en la localidad francesa de Perpignan el proximo 29 de febrero. Anuncian la presencia del huído Puigdemont. Medios policiales aún mantienen viva la duda de si se atreverá el expresidente de la Generalitat a acudir a una cita en la que Francia tiene en su mano la posibilidad de deternerlo, atendiendo a la orden que pesa contra él en España. Tsunamic aún no se ha pronunciado sobre este evento.

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