"Todavía se va a plantar Sánchez humillando al Tribunal Supremo en Waterloo o Suiza a rendir pleitesía a un zumbado que le tiene cogido por siete escaños"

Pues ya estamos en Nochebuena y pasado mañana Navidad. Yo imagino que no tienes el cuerpo ni las ganas para meternos ahora a analizar el truño de esta mañana de Pedro Sánchez, las primeras consecuencias, reacciones... 

Imagino que estás pensando en la cena de mañana, en pasarlo lo mejor posible y con ese puntito que tienen estas fechas entre entrañables, cariñosas, familiares, por supuesto, con todo el significado de la Navidad y con ese punto un poquito de melancolía, no me digas que no. Yo desde luego, soy el primero y me pasa todos los años, ¿eh? Se te queda así el estómago dando vueltas por las ausencias, es imposible no acordarse de las ausencias.

Así que, en fin, feliz Navidad, feliz Nochebuena. Ya verás que rápido se pasa y nos metemos de hoz y coz en el lío, patrio y mundial.

La imagen de estas últimas horas me parece la del rey Felipe y la familia real en Catarroja, en Valencia. Sin duda, sin duda es otro momento para la historia personal de este hombre. Me encanta lo del rey cariño y la otra, ¡qué bonito! Mira, hay críticas políticas, la alcaldesa de Catarroja dice que qué pintaba allí, lo que podría hacer la alcaldesa de Catarroja es criticar al que no ha vuelto a aparecer, por si acaso le dicen a la cara lo que tanta gente piensa.

Este hombre, el rey Felipe, se está marcando a base de gestos y a base de cierta normalidad, se está marcando una agenda, un papel y una importancia que seguramente hace unos años no se le daba. Todo el mundo tiene en mente aquel discurso cuando el golpe de estado en Cataluña, etc., que sí, más o menos el del 23F del padre y demás.

La presencia en Paiporta y en Valencia hace ya dos meses casi, cuando se montó la parda con Pedro Sánchez, con Mazon allí, le catapultó en fama, en popularidad y en valentía. Pero es que ha vuelto, ha vuelto dos veces y ayer sin avisar. Sinceramente, me parece chapó. No nos olvidemos de los valencianos, nos lo pidieron y lo vamos a cumplir, el rey lo está cumpliendo y seguro que mañana en el discurso de Nochebuena también hará buena referencia a ello. Seguro que sí, va a ser un discurso para escuchar.

En fin, la vida sigue. Pedro Sánchez ha comparecido esta mañana en Moncloa. Una hora de discurso, una hora de chapa y autobombo absolutamente insufrible. Solo le ha faltado, así manchándose los dedos de maquillaje, ponerse así como a darse besos en la cara, diciendo, ojo, pero es que soy tan guapo, de verdad, qué planta, qué andares tengo, qué pinta, qué delgado estoy, qué alto, como, oye, de verdad, soy precioso, y cuando termina la chapa, todo el mundo allí aplaudiendo, el ministro, la ministra, todo, ay, de verdad, por favor, la perla.

Sánchez y Puigdemont. No tengo ningún problema, dice el tío. No, no, ni ningún problema, ni ninguna dignidad, ni ningún problema, ni ninguna dignidad, ni ningún límite. Todavía se va a plantar el presidente del Gobierno, menospreciando, humillando al Tribunal Supremo, se va a plantar en Waterloo o en Suiza a rendir pleitesía a un zumbado que le tiene cogido por los siete escaños en el Congreso.

Hay un personaje en el día también que me ha llamado mucho la atención, es el tal Ion Antolín. Dirás, ¿y este quién es? Bueno, pues este era hasta hace nada, 15 días, el jefe de prensa del PSOE, pues vale, pero es que le nombraron secretario de Estado de Comunicación. ¿Qué ocurre? Que la semana pasada el tal Ion Antolín salió en los papeles, en los correos electrónicos del fiscal general del Estado y, oh casualidad, hoy ha dicho que se ha puesto malo y que por motivos de salud, dimite, o le cesan, como secretario de Estado de Comunicación 20 días después de su nombramiento. Ni ha pisado el despacho.

Lo más gracioso es que dice que está malo, oye, que se cure faltaría más, pero que en cuanto descanse y se cure, vuelva a la sede de Ferraz. Entonces me dirás que no es previsión.

Y la guinda, el gobierno elige como nuevo consejero de la CNMC, la Comisión Nacional del Mercado y Competencia, al director de los Mossos d' Esquadra durante el 1 de octubre. No me digan que no mola. Este pollo se llama Pere Soler, exconcejal de CIU, entra junto a los que ha designado el gobierno y el PNV en la CNMC. ¿Qué pinta el director de los Mossos d' Esq uadra? El 1 de octubre como consejero de la Comisión Nacional del Mercado y Competencia. Aparte de nada, ¿saben los que pinta? Una cesión más a Puigdemont y compañía. Y si no, al tiempo.