Los desplantes del Gobierno de Sánchez que han deteriorado la relación de Marruecos con España
La relación entre ambos no comenzaba ya con buen pie cuando Sánchez llegaba a Moncloa y no realizaba su primer viaje a Rabat, como era costumbre. Le han seguido otros desencuentros
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Algo se mueve en Marruecos. La avalancha migratoria vivida en Ceuta no tiene precedentes en España. Este lunes será recordado como el día en el que 6.000 marroquíes -1.500 habrían sido ya devueltos, según el Gobierno- accedían irregularmente a la ciudad autónoma bordeando los espigones marítimos del Tarajal y Benzú y poniendo en jaque a la diplomacia de ambos países. Advertía este mismo jueves Luis del Val, que Marruecos "sólo organiza una marcha verde o una marcha azul por la playa, cuando su fino olfato le indica que el gobierno de España cojea".
Ni en 2018, año que supuso un pico migratorio con 57.500 entradas irregulares, se alcanzó esa cifra en un solo día, ni tampoco en 2006, en la conocida como "crisis de los cayucos", que llevó a Canarias a 32.000 emigrantes. Está siendo una "invasión a cámara lenta", como ha denunciado la analista Carmen Gurruchaga en COPE.
Por el momento, el gobierno español no hay pedido explicaciones a Marruecos y se ha limitado a anunciar una comparencia de Sánchez y el envío de 200 agentes de la Policía y la Guardia Civil para reforzar el control fronterizo en Ceuta. Todo mientras que el ejecutivo marroquí mantiene un mutismo absoluto.
En este sentido, el presidente del PP, Pablo Casado, ha exigido al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, que garantice "de inmediato" la integridad de la frontera española, mientras su vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán señalaba al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska como "el mejor aliado de las mafias que trafican con personas". "No hace nada con la crisis migratoria de Canarias y no piensa hacer nada en Ceuta" , decía.
TSUNAMI MIGRATORIO ALENTADO POR MARRUECOS
Vox Ceuta denunciaba poco después que las autoridades de Marruecos había decidido "mirar para otro lado" mientras cientos de marroquíes cruzaban a nado para llegar ilegalmente a la ciudad autónoma. Su presidente, Juan Sergio Redondo, recordaba que llevaban tiempo advirtiendo del que "el chantaje de Marruecos era descomunal, su inacción insultante y su desvergüenza absoluta".
LOS DESPLANTES
Lo cierto es que sobre la mesa hay varios asuntos que enturbian las relaciones bilaterales con nuestro estratégico vecino del sur y que podrían haber desencadenado la apertura de la espita de la inmigración.
Fuentes de Rabat y Madrid atribuyen lo sucedido al actual momento de crisis que viven ambos países, entre otros asuntos, por la hospitalización del líder del Frente Polisario-movimiento que reivindica la independencia del Sáhara Occidental controlado por Marruecos- , Brahim Ghali, en la ciudad de Logroño. "España (...) se lo trae con identidad falsa, con un pasaporte que no corresponde, quizás esperando que nadie se entere y le atiende. Pero se entera Marruecos y aquellos del Frente Polisario que han sido reprimidos por él y por su ejército", explica Carlos Herrera.
A finales de año ya vivimos otro momento de tensión cuando Mohamed VI daba un significativo plantón a Pedro Sánchez. El rey de Marruecos anunciaba que no recibiría al presidente español en el marco de la Reunión de Alto Nivel (RAN) con el vecino del sur prevista para el pasado 17 de diciembre. Se hablaba del enfado del monarca por la postura de Pablo Iglesias, entonces vicepresidente el gobierno de coalición PSOE-Podemos, al defender el derecho de autodeterminación del Sahara.
No hay que olvidar que sobre el tenso clima sobrevuela el enfado del monarca marroquí por el hecho de que Sánchez haya sido el único presidente español que no ha elegido Marruecos como destino de su primer viaje internacional. "Enfureció al régimen y al Ministerio de Exteriores español, así que ahora a ver cómo lo arreglan", ha advertido Carlos Herrera.