Los jefes de Guardia Civil y Policía, señalados: apagón público y polémicas en la crisis del coronavirus

María Gámez y Francisco Pardo Piqueras mantienen un perfil bajo desde el arranque del confinamiento, con varios de sus trabajadores descontentos con la gestión llevada a cabo

Los jefes de Guardia Civil y Policía, señalados: apagón público y polémicas en la crisis del coronavirus

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

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La Guardia Civil y la Policía Nacional están en el punto de mira durante esta crisis del coronavirus. Día tras día, representantes de ambos cuerpos comparecen en el Palacio de La Moncloa como miembros del comité de seguimiento de la pandemia. Es el caso del jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, José Manuel Santiago (cuya polémica del pasado fin de semana aún colea), y del DAO de la Policía Nacional, José Ángel González (uno de los contagiados del ámbito cercano al Gobierno), entre otros. Sin embargo, ¿qué ocurre con los máximos responsables de ambas fuerzas de seguridad?

La respuesta es que el perfil bajo es la tónica tanto en el caso de María Gámez (Guardia Civil) como en el de Francisco Pardo Piqueras (Policía Nacional). Al menos en lo que respecta a la situación de estado de alarma, que ha traído consigo polémicas considerables para cada uno de estos altos mandos.

La Guardia Civil tilda a Gámez de “desaparecida”

La primera directora general de la historia de la Benemérita apenas ha salido a la palestra en unos pocos actos desde que accedió al cargo a finales de enero. Su presencia activa en las redes sociales se detuvo a partir de ese momento y sus declaraciones públicas se reducen a una entrevista publicada por ABC el pasado 6 de abril.

“Tenemos unos 40.000 efectivos cada día dedicados al Covid-19 y al Real Decreto de alarma. Significa un sacrificio de todo el Cuerpo porque se eliminaron vacaciones y permisos y nos hemos dedicado a estar en esto. Es un esfuerzo que tira del sacrificio de la gente. Conseguimos cubrir las necesidades que se nos requieren, la vigilancia del estado de alarma y las asistenciales”, reconoció Gámez entonces, “con trabajo las 24 horas” desde que el virus comenzó a incidir con fuerza en España.

Sin embargo, la cabeza visible de la Guardia Civil tiene opositores importantes dentro del cuerpo en estos momentos. Sólo así se explica que la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) haya cargado con dureza contra ella. Lo ha hecho de forma pública, tildándola de desaparecida al no protagonizar ningún tipo de acto desde que se inició la crisis sanitaria. También se dice que no ha contactado con nadie y que no aporta datos sobre la incidencia de la enfermedad entre sus propios trabajadores.

De ahí que AUGC reclame respuestas, sobre todo en cuanto a los materiales de seguridad y salud que la propia Guardia Civil demanda, desde dentro, a su directora general (y que, denuncian, no llega). Se afirma que la última vez que esta asociación habló con ella fue antes de la proclamación del estado de alarma y que ni siquiera recibe a los generales. Tampoco sentó bien que se negase a algunas unidades la participación en homenajes, procesiones de vehículos o caravanas a las 20:00 horas.

Un cese discutido y el mismísimo coronavirus, quebraderos de cabeza de Pardo Piqueras

Francisco Pardo Piqueras no se queda atrás en cuanto a momentos complicados durante esta crisis. El director general de la Policía Nacional tampoco se ha prodigado en lo referente a las apariciones públicas desde finales de enero, al igual que su homóloga de la Guardia Civil. De hecho, quedó muy señalado por el cese del jefe de Prevención de Riesgos Laborales de su cuerpo justo antes de iniciarse el confinamiento.

A José Antonio Nieto González le quedaban apenas unos meses para jubilarse, pero su salida de la Policía Nacional se precipitó. Lo ocurrido sentó muy mal entre sus compañeros y trascendió. No sólo por ser el cesado el responsable del protocolo interno por el coronavirus, sino porque este advirtió de la necesidad de tomar medidas ante el riesgo de contagio… en enero. Hablamos, por cierto, de un médico de carrera.

Parece que el motivo del cese fue “la remisión de un borrador de resolución sobre medidas de gestión del Covid-19 a un grupo de trabajo policial de técnicos de prevención de riesgos laborales horas antes de su publicación oficial con la firma del director general”. Quien, días después, tuvo que ingresar en el hospital tras dar positivo por COVID-19.

Como queda comprobado, la situación no es nada fácil para ninguno de los directores generales de los principales cuerpos de seguridad del Estado. Criticados incluso por sus semejantes (por las crisis dentro de la propia crisis y por su falta de liderazgo público), son dos peones más señalados en el galimatías político del coronavirus.