Los médicos que se oponen a la eutanasia sin registro para objetar
A algo más de dos meses de la entrada en vigor de la Ley de Eutanasia, os médicos que se oponen a practicarla no saben nada del registro de objetores contemplado en la norma
Publicado el - Actualizado
5 min lectura
A algo más de dos meses de la entrada en vigor de la Ley de Eutanasia el próximo 25 de junio, los médicos que se oponen a practicarla no saben nada del registro de objetores contemplado en la norma aprobada el pasado día 18 por el Congreso de los Diputados. Un grupo de facultativos acaba de presentar un escrito en el que piden la paralización de la norma y que esperan llegue al Constitucional donde la ley ha sido recurrida por Partido Popular y Vox.
“A partir de junio la relación médico paciente cambia drásticamente. Esto es lo que tampoco tienen en cuenta porque, claro, es muy bonito aplaudir durante 5 minutos la ley cuando ha sido aprobada, pero es que los políticos no van a practicar la eutanasia, la vamos a tener que hacer los médicos y nuestro propio código deontológico lo prohíbe” denuncia en COPE Alvaro Gándara jefe de Paliativos en el Hospital Universitario Jiménez Díaz de Madrid.
Gándara es uno de los médicos que impulsa la firma del escrito que ya han suscrito casi 23.000 personas . El martes lo registraron ante el Defensor del Pueblo y lo que quieren con ello es “movilizar, remover conciencias y hacer ver que todo tipo de profesiones y sobre todo sanitarios no están a favor de esta ley, ni de como se ha tramitado por lo que pedimos que el Tribunal Constitucional que paralice su puesta en marcha”.
Y es que los facultativos firmantes no saben a qué atenerse. “De momento no nos han dicho nada en los hospitales. Yo si voy a dar un curso en el mío al menos para que otros médicos sepan lo que implica la ley porque esto nos afecta a todos evidentemente" dice Gándara.
Y añade "se habla también de formación, pero ¿a quién van a formar a todos los médicos o solo a los que no han objetado? Porque si a mí me van a dar una charla sobre las dosis que tengo que poner yo les diré que paren, que yo objeto y que me expliquen cosas que sí aparecen en las revistas científicas y no este otro tipo de cosas. Entonces tendría que crearse el registro (de objetores) antes”, subraya Gándara.
Tampoco apoyan que sean los objetores los que deban formar parte del registro. En el escrito dirigido al Constitucional plantean que sea al revés, que se inscriban los partidarios de practicar la eutanasia, entre otras cosas porque “no hay ninguna ley que regule la objeción de conciencia sanitaria, de médicos y enfermeros y eso tiene que existir. Es uno de los déficits de la ley”. Creen que como ocurrió con el aborto también con la eutanasia habrá negocio.
“Vamos a objetar muchos médicos y al final los pocos que van a realizar eutanasias pues caramba se abre una cifra de negocios importante. Si no hay facultativos suficientes en los hospitales pues tendrán que concertar clínicas privadas o médicos que las practiquen a domicilio siempre que se cumplan las condiciones especificadas por la ley y que cuyos servicios pagaremos todos”, señala Gándara.
Si son críticos con la Ley de Eutanasia no es solo por la parte que les toca y que evitarán a toda costa. También es porque están convencidos de que vulnera la Constitución que recoge el derecho a la vida en su artículo 15. También en otros aspectos relativos a la protección de la salud recogidos los artículos 43 y 149 además de por la urgencia con la que se ha tramitado, por el insuficiente debate y por haber sido formulada como proposición de ley y no como proyecto de ley “como procedía en una ley de tanta trascendencia”.
Consideran que la despenalización de la eutanasia pondrá entre la espada y la pared a los más vulnerables, entre ellos, las 80.000 personas que mueren en España cada año sin acceder a los cuidados paliativos que necesitan o los 30.000 dependientes que fallecen sin obtener la prestación que les corresponde.
“En muchos casos las personas más vulnerables se considerarán una carga. Es la consecuencia de tomar la calidad de vida como referencia fundamental para mantener la vida, con lo que se entenderá según la ley de Eutanasia que ha vidas sin valor”, subrayan en el escrito.
“Es que es tremendo legislar la eutanasia cuando la causa del sufrimiento puede ser evitable con ayudas sociales y sanitarias que no están cubiertas” lamenta Gándara.
Son alternativas que están previstas en la ley pero que son irrealizables porque no llegan a todos y cuyo desarrollo puede verse mermado precisamente por la implantación de la eutanasia.
Es la opinión del neurofisiólogo clínico Salvador González Barón “creo que con la eutanasia no se va a impulsar el desarrollo de los cuidados paliativos. Estoy convencido de que, al revés, de que va a ser perjudicial ya que primará la resolución del final de las personas sobre sus cuidados hasta que llegue su muerte natural incluida si es necesaria la sedación paliativa”.
Una sedación que según subrayan nada tiene que ver con la eutanasia porque su objetivo es muy distinto “matar en el caso de la eutanasia y aliviar el sufrimiento en el caso de la sedación”.
“Quitar la vida a un paciente con voluntad de hacerlo es lo más contrario a la esencia de la medicina” zanja González Barón, Catedrático Emérito de Fisiologia Humana y presidente de la Asociación Euvita https://euvita.org/ que defiende un mayor desarrollo de los cuidados paliativos en España.
Es algo que los médicos que impulsan la iniciativa nos llaman a reclamar como votantes “de cualquier ideología” porque según el último Atlas de los Cuidados Paliativos España ha perdido posiciones en este acompañamiento integral al final de la vida que sigue sin estar cubierto y del que depende el no tener que elegir entre “morir o sufrir”.