Estupor entre los jueces por la no renovación del CGPJ: “No tiene dimensión en el mundo del despropósito”
El malestar general de la carrera judicial es mayúsculo por esta parálisis
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Vergüenza y desprecio. Son las palabras más pronunciadas por muchos jueces por la no renovación del Consejo General del Poder Judicial y por el impedimento para realizar una de sus principales funciones, como son los nombramientos. Los jueces sienten un profundo malestar por una demora tan prolongada, tres años y siete meses. “Todo esto se traduce en un auténtico desprecio al sistema judicial, un cúmulo de desprecios”, nos dicen fuentes jurídicas, que se “despachan a gusto” cuando se les pregunta por la situación.
Para estas fuentes no se justifica que la incapacidad política lleve a una prórroga que va camino de cuatro años. Y los movimientos posteriores “son otra muestra de desprecio”. Se refieren a la reforma exprés que el año pasado suprimió los nombramientos y a la contrarreforma exprés de ahora para arreglar esa reforma y que el Consejo pueda nombrar a dos magistrados y se pueda renovar el Tribunal Constitucional. Asunto que hoy verá el órgano de gobierno de los jueces en un pleno extraordinario a petición de ocho vocales del sector conservador.
Presentar una proposición de ley para arreglar la censura de los nombramientos y poder nombrar a los magistrados del TC es una maniobra interesada desde la política, desde el Gobierno, señalan a COPE varios jueces. “No tiene dimensión en el mundo del despropósito” manifiestan. “El estupor general que existe en la carrera judicial es mayúsculo”, nos dicen. Esa acumulación de incidencias y batallas llevan al Consejo al mayor de sus descréditos, explican, y repercute de forma negativa en juzgados y tribunales. Añaden que los ciudadanos confunden la problemática política del CGPJ con la actuación de los jueces, que se dejan la piel por la sobrecarga de trabajo en los juzgados, a la que no ponen remedio. Esa sobrecarga no se ve y a los jueces les molesta mucho la imagen de politización.
A los jueces, en general, y a nuestras fuentes, en particular, les molesta, y mucho, la palabra “negociar” para renovar el Consejo. “Esto no es un mercado, suena fatal”. Consideran que las pautas vigentes permiten la renovación, pero hay que tener voluntad y mirar por el sistema judicial, no por el político. Que lleguen, de una vez, a ese término tan cursi de “consenso parlamentario”, nos dicen.