Los responsables de la pandemia rinden cuentas, ¿en manos de quién hemos estado?

El Juzgado de Instrucción 13 de Madrid ha acordado la apertura de diligencias para investigar si Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, prevaricó en la gestión de la pandemia de la covid-19. Así lo acuerda en un auto a raíz de la querella presentada por la asociación Abogados Cristianos contra Simón. No obstante, este no es un caso excepcional. En otras ocasiones, también se han abierto este tipo de diligencias, produciéndose contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los ministros Irene Montero, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska y contra los exvicepresidentes del Ejecutivo Carmen Calvo y Pablo Iglesias y los exministros José Luis Ábalos y Salvador Illa.

En enero de 2021, Illa decía adiós a la cartera de Sanidad visiblemente emocionado. "No ha sido un año fácil, en mi nueva etapa daré lo mejor de mí", aseguraba. El político catalán decía adiós al ministerio para asumir la batuta del PSC convirtiéndose en la fuerza más votada en Cataluña. "La Cataluña de siempre ha vuelto esta noche. Di que si ustedes ponían los votos nosotros pondríamos el cambio. Es un primer paso para el cambio, pero vendrán más. No hay más solución que el reencuentro".

Hace unos días, el extitular de Sanidad volvía a la escena mediática ya que también está siendo investigado por un presunto delito contra la salud de los trabajadores, derivado del caso de las mascarillas defectuosas en los primeros meses en los que la pandemia "azotaba" con más fuerza. Un juzgado madrileño respondía así a la querella emitida por la Conferencia Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que elevaron al Supremo y sobre la que el Alto Tribunal solicitó la apertura de dicha investigación. El próximo movimiento lo decidirá la Fiscalía a través de la elaboración de un informe, que será trasladado al sindicato para que pueda presentar alegaciones antes de que el juez adopte una decisión sobre esta causa.

Fuera de nuestras fronteras también se producen este tipo de noticias en las que se señala a los responsables de la gestión de esta pandemia. Ocurre, por ejemplo, en Francia. En el país galo la justicia ha imputado a la exministra de Salud. La acusan de "poner en peligro la vida de otras personas". Agnès Buzyn, que actualmente es funcionaria de la Organización Mundial de la Salud, llegó a asegurar en enero de 2020 que "los riesgos de propagación del coronavirus eran bajos". Un mes después, los contagios se contarían por miles en este país.

A finales de 2020, la policía francesa llevó a cabo un registro de altos cargos pertenecientes a Sanidad por una supuesta dejadez en sus funciones. Sobre todo, teniendo en cuenta que la situación requería más trabajo en plena pandemia. Más allá de diligencias judiciales o investigaciones llevadas a cabo por agentes policiales, también destacan las dimisiones que se han producido en muchos países de nuestro entorno por parte de políticos que han actuado inadecuadamente en momentos críticos de lucha contra el coronavirus. Comportamientos cuestionables de los que se han hecho eco medios tanto nacionales como internacionales.

Es el caso, por ejemplo, del ministro de Sanidad de Nueva Zelanda que dimitió el pasado mes de abril tras saltarse el confinamiento. El epidemiólogo del Imperial College London, Neil Ferguson que asesoraba al Ejecutivo británico también dimitió tras haber roto las normas que requerían no salir de casa para doblegar la curva.

El ministro de Sanidad británico, Matt Hancock, dimitió en junio tras unas imágenes en las que se besaba con una asesora de su departamento con la que mantuvo una relación extramarital.

Mientras, las normas que estipulaba su país para frenar el virus (y que él mismo promulgaba) eran limitar los contactos directos y mantener la distancia de seguridad con las personas con las que no se vive. Estos se convierten, por tanto, en algunos de los numerosos ejemplos que denotan la nula responsabilidad por parte de los dirigentes que más tendrían que dar la talla, ahora que nos encontramos inmersos en una crisis sanitaria sin precedentes.