La Moncloa reta a Yolanda Díaz a retratarse con el PP para que el SMI siga exento del IRPF
La órbita socialista confía en reconducir las diferencias con Sumar, mientras Feijóo se marca como objetivo frenar el "infierno fiscal al que nos somete Pedro Sánchez"
Madrid - Publicado el
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La lucha interna dentro del Gobierno de coalición se agudiza. La Moncloa ha lanzado un reto directo a Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Ejecutivo, al instar a su formación, Sumar, a que se alíe con el Partido Popular (PP) en el Congreso para garantizar que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) siga exento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Esta controversia, que toca de lleno la recaudación fiscal y la política económica, ha abierto un nuevo frente de tensión entre los socios de coalición y pone en el punto de mira las disputas ideológicas sobre la tributación y el gasto público.
Según declaraciones recogidas por COPE, el entorno de Pedro Sánchez considera que, de producirse una alianza entre Sumar y el PP en el Congreso, se pondría en riesgo la cohesión del gobierno, lo que podría suponer un duro golpe a la estabilidad interna de la coalición. Los socialistas, que luchan por evitar cualquier medida que suponga una merma en los ingresos del Estado o un aumento del gasto, confían en que la buena voluntad de sus socios minoritarios permita sortear este escollo. No obstante, la actitud de Yolanda Díaz, acusada por dirigentes del PSOE de practicar lo que algunos denominan una “demolición pedagógica” sobre la necesidad de recaudar impuestos, está comenzando a inquietar a algunos sectores del Ejecutivo.
Este enfrentamiento tiene un trasfondo más profundo, relacionado con las posturas divergentes sobre la política fiscal y económica. Mientras que desde el PSOE se insisten en que las medidas progresistas, como la exención del IRPF sobre el SMI, son esenciales para no empobrecer a las clases trabajadoras, la realidad fiscal del gobierno parece ser cada vez más difícil de justificar. En este contexto, no ha pasado desapercibido que la ministra María Jesús Montero, conocida por sus continuos enfrentamientos con la oposición, haya preferido no acudir a las sesiones del Congreso para evitar las fotos incómodas junto a Díaz. Esta actitud, de acuerdo con algunas fuentes del PSOE, podría reflejar las diferencias internas sobre la política tributaria del Gobierno.
Por otro lado, en la oposición, los populares no se han quedado callados y han intensificado su discurso contra lo que consideran un “infierno fiscal” impuesto por Pedro Sánchez. Según ha podido saber COPE, el PP se prepara para lanzar una serie de medidas fiscales que buscan frenar lo que consideran un abuso en la subida de impuestos por parte del Gobierno. Feijóo, líder del PP, ha marcado como uno de sus principales objetivos combatir el incremento de impuestos y la presión fiscal sobre los ciudadanos. Los populares sostienen que las medidas progresistas promovidas por Sánchez no son más que una fachada para aumentar la recaudación del Ministerio de Hacienda y, de paso, empobrecer aún más a las clases medias.
La Moncloa reta a Yolanda Díaz
Además, los populares reconocen que la actual situación política y económica exige una respuesta firme. En Génova se asegura que una de sus principales prioridades será frenar la quita de la deuda autonómica que Pedro Sánchez podría ofrecer a las comunidades gobernadas por el PP, una maniobra que algunos consideran un intento de Sánchez por consolidar su relación con los dirigentes independentistas, como el líder de Junts, Carles Puigdemont. Este punto, según los populares, también está relacionado con la percepción de que el actual Ejecutivo está utilizando la deuda autonómica para enmascarar pagos políticos a los territorios que apoyan sus propuestas.
La batalla por el SMI y la exención del IRPF ha puesto sobre la mesa no solo las diferencias ideológicas entre PSOE y Sumar, sino también la creciente tensión dentro del Gobierno sobre la necesidad de encontrar un equilibrio fiscal que permita al Ejecutivo de Sánchez mantener su estabilidad mientras sigue impulsando su agenda progresista. En un momento en el que la fiscalidad se ha convertido en un tema candente, con críticas tanto internas como externas, la Moncloa se enfrenta a la difícil tarea de gestionar sus propios desacuerdos sin que esto acabe minando su cohesión.
Mientras tanto, la oposición sigue acumulando fuerzas y preparando una serie de medidas que, según aseguran, tienen el objetivo de frenar la “opresión fiscal” que, según ellos, está siendo impuesta por el Ejecutivo socialista. El clima político se calienta a medida que se acercan nuevas votaciones clave en el Congreso, donde el futuro del SMI y la política fiscal del Gobierno podría marcar un punto de inflexión en la actual legislatura.
Lo que está claro es que, tanto en el PSOE como en el PP, la lucha por el control de la agenda fiscal está lejos de terminar, y el reto lanzado por la Moncloa a Yolanda Díaz podría ser solo el principio de un enfrentamiento más amplio que podría definir el rumbo económico del país en los próximos meses.